En su mensaje semanal, el mandatario sudafricano recordó cómo los recientes brotes de cólera en la localidad de Hammanskraal, de la provincia de Gauteng, y en el Estado Libre, han demostrado la importancia vital de la gestión segura y eficaz del agua potable y de las residuales.
Actualmente, afirmó, se está investigando el origen del brote.
Equipos técnicos de la ciudad de Tshwane, el ministerio de Agua y Saneamiento y los de Salud provincial y nacional están realizando pruebas de calidad del agua en los puntos de distribución y en las obras de tratamiento de la zona, detalló el Presidente.
Si bien debe haber una responsabilidad total por las fallas que resultaron en el brote en Hammanskraal, en este momento debemos concentrarnos en su control y erradicación, aseguró.
En consecuencia, dijo, debemos detener la propagación del cólera y tomar medidas correctivas para salvaguardar la salud humana.
En general, sostuvo, la calidad del agua en Sudáfrica es de un alto nivel que, según nuestra Comisión de Investigación del Agua, “se compara bien con las mejores del mundo”.
No obstante, apuntó, el agua potable poco fiable y de mala calidad ha sido un problema en Hammanskraal durante muchos años.
La planta de tratamiento de aguas residuales de Rooiwal, que se encuentra aguas arriba de Hammanskraal, no se ha mantenido bien y tiene una capacidad insuficiente para manejar el volumen de aguas residuales que ingresa a la planta, explicó Ramaphosa.
Los brotes de enfermedades como el brote de cólera en Hammanskraal, razonó, empeoran mucho en situaciones de mala gobernanza, gestión débil y mantenimiento deficiente de la infraestructura.
Por ello, enfatizó el mandatario, tenemos la responsabilidad, y estamos decididos, a remediar esas deficiencias de manera sostenible y con carácter de urgencia
Hasta el día de hoy, lamentó, han fallecido por el brote de cólera 24 personas en Gauteng y el Estado Libre.
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