De acuerdo con el informe del funcionario, los tres individuos, cuya procedencia investigan, fueron abatidos en un enfrentamiento armado con fuerzas especiales en la jungla fronteriza con Colombia.
A los occisos durante el choque en el sector de Tres Bocas, en la vertiente del río Cañas Blancas, les ocuparon armas y sumas de dinero, lo que supone que se dedicaban al trasiego de viajeros irregulares que utilizan esa vía rumbo a Estados Unidos.
Los sujetos, que aparentemente robaban a los migrantes irregulares que atraviesan la selva, tuvieron un intercambio de disparos con las unidades de la Senafront, luego de que los uniformados le dieran la voz de alto.
La Fiscalía procedió con el levantamiento de tres cuerpos, y en lugar donde ubicaron una escopeta calibre 12 milímetros, cuatro municiones de calibre 12 milímetros, dos revólveres, 18 municiones 38 milímetros y 420 dólares en efectivo, además de un teléfono celular y tres mochilas con pertenencias personales.
Según el reporte, el suceso se registró el pasado domingo a unos 15 kilómetros de la comunidad de Bajo Chiquito, el primer pueblo del lado panameño al que arriban miles de caminantes tras atravesar esa selva.
Ortega explicó a la prensa que una patrulla de la Brigada de Fuerzas Especiales del Senafront fue alertada de la presencia de los asaltantes, conformado por nueve personas vestidas de negro y armadas, que habían despojado de sus pertenencias a migrantes, y comenzó un rastreo.
«Los fallecidos tienen rasgos indígenas y hay que verificar si son panameños o de nacionalidad colombiana», precisó.
Estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migración señalan que en lo que va de este año han cruzado la selva de Darién más de 157 mil viajeros ilegales, casi cinco veces de quienes lo hicieron en similar etapa en 2022 (33 mil 819).
También las autoridades panameñas alertan con frecuencia sobre los peligros de esa ruta debido a la hostilidad de la naturaleza y los asaltos de grupos criminales.
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