“Si nos basamos solo en el enfoque turístico, por ingerir algún alimento, alguna bebida, comprar la gradería, algún objeto de artesanía y algún otro servicio, solo los 366 mil espectadores aportan un estimado de 11 millones 300 mil dólares estadounidenses en un solo día”, afirmó.
La vicetitular dijo a esta agencia de noticias que a eso se suma el sector productivo, que durante todo el año prepara los instrumentos, vestimenta, artesanía, orfebrería en la elaboración de joyas, y con todo eso el movimiento económico supera los 200 millones de bolivianos (casi 29 millones de dólares) o más.
“Entonces todo esto sin duda alguna, forma parte de la reconstrucción de la economía de Bolivia -expresó la vicetitular-, en el contexto de la política del Gobierno del presidente Luis Arce y del vicemandatario David Choquehuanca».
Insistió en que todo eso genera empleos, aporta ingresos a la familia, y que por tal motivo desde su Viceministerio se trabaja en su promoción a través de todos los medios y las redes sociales para mostrar al mundo el valor patrimonial de esta festividad.
“Eso mostraremos al mundo y a lo largo del año continuaremos trabajando con vista a la gestión 2024 para impulsar que estos indicadores sigan creciendo en beneficio de las y los bolivianos”, reafirmó.
Al comentar que el espectáculo está conformado por 75 fraternidades que a lo largo de siete kilómetros y medio interpretan 18 especialidades folklóricas y algunas más actuales, significó que entre los danzantes y las bandas de música suman un total de 75 mil personas.
“Se trata de algo muy relevante para Bolivia, pues fue declarado en 2019 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Patrimonio Cultural e inmaterial de la Humanidad”, explicó.
Lamentó que con la llegada de la pandemia de Covid-19 fue imposible realizar esta festividad en 2020 y 2021, y solo se pudo retomar en 2022.
Expresó felicidad porque en este sábado se realiza con más fuerza y alegría, y subrayó que se trata del segundo año en que se celebra la festividad con ese título internacional conferido por la Unesco.
“Para el turismo boliviano el patrimonio cultural se constituye en un pilar fundamental porque de por sí atrae la visita no solo de ciudadanos nacionales, sino también se convierte en un atractivo para los turistas extranjeros”, concluyó la viceministra.
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