Pedro Vargas, viceministro de Lucha contra este flagelo, expuso en Santa Cruz ante 33 representantes de empresas y sectores productivos los operativos e incautaciones que realizan los militares, la Policía y la Aduana, principalmente en las diferentes fronteras de Bolivia.
Durante el encuentro denominado “La lucha contra el contrabando es tarea de todos”, actores públicos y privados acordaron definir “una agenda público privada y compromisos de acciones conjuntas” en la lucha contra estas ilícitas.
Por su parte, el jefe de investigación sectorial de lucha contra esta problemática de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo (Cainco) del departamento cruceño, Ian Miranda, se refirió al impacto del contrabando en las esferas productivas.
Indicó al respecto que su importe creció en Bolivia hasta los tres mil 600 millones de dólares y en la actualidad amenaza a 2,6 millones de puestos de trabajo.
Este foro fue organizado por la Cainco y BRAQ CorpAffairs & Communications, y en él participaron decenas de instituciones gubernamentales y privadas vinculadas a esta problemática.
La reunión tuvo lugar como parte de los preparativos del seminario denominado Del Comercio Informal al Crimen Organizado: Los Desafíos de la Región Frente al Contrabando, programado para el 15 de junio.
Una nota institucional de la cruceña Cainco precisó que los debates de expertos bolivianos, chilenos y peruanos transcurrirán de manera simultánea en esa sede y en el hotel Casa Grande de La Paz.
Añadió que los participantes analizarán la “transformación” que experimenta este ilícito, que dejó de ser en la región el simple cruce transfronterizo de mercaderías.
Según la fuente, ahora se convirtió en “un delito coludido con el narcotráfico, el robo de vehículos, la trata de personas y otros crímenes transfronterizos perpetrados por redes mafiosas”.
Advirtieron los organizadores que “estas alianzas delincuenciales” hicieron del contrabando un problema que trasciende los graves daños a la economía y comienza a afectar a la seguridad del Estado, por lo cual es necesario un análisis desde diversas perspectivas.
Las bandas criminales se enfrentan a las fuerzas castrenses y policiales con acciones cada vez más violentas, y desde hace un bienio cobran la vida no solo de militares y policías sino también de contrabandistas, además de provocar muchos heridos entre los distintos bandos.
Autoridades estatales que combaten este flagelo abordarán cómo los contrabandistas se alían con el crimen organizado y otros malhechores transfronterizos dedicados al narcotráfico, la trata y tráfico de personas o el robo de vehículos.
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