Justo cuando el exgobernante pasa a la historia de la nación como el primero en enfrentar un proceso judicial penal, y también otro federal, los sondeos alertan sobre la solidez de su imagen entre los integrantes de la base conservadora.
En un juicio de naturaleza civil efectuado el mes pasado, Trump fue ya encontrado culpable de abuso sexual y difamación contra la escritora E. Jean Carroll.
Ahora, además de las 34 imputaciones criminales que enfrenta por falsificación de registros comerciales durante su campaña presidencial en 2016 en un juzgado en Nueva York, se suman otras 37 federales relacionadas con la violación de la Ley de Espionaje, y por retención y manejo inadecuado de documentos clasificados.
Sin embargo, según una pesquisa de ABC News/Ipsos publicada a inicios de esta semana, el 80 por ciento de los republicanos exculpan a Trump al referir que los últimos cargos en su contra nacen de motivaciones políticas.
Esta misma hipótesis fue defendida por el 76 por ciento de los votantes identificados con el mismo partido del expresidente en un sondeo de CBS News/YouGov, divulgado en fecha similar.
También esa encuesta halló que el 61 por ciento de los republicanos no cambió la forma en que veía a Trump tras la más reciente de sus acusaciones, mientras que el 80 por ciento de estos dijo que aún debería poder asumir el cargo si es condenado y gana las elecciones presidenciales de 2024.
Pese a las múltiples imputaciones, seis de cada 10 votantes primarios republicanos dijeron que Trump “definitivamente” vencería al actual ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden, en una revancha en los comicios venideros.
Los procesos contra el magnate son una cuestión inédita en el país pero, según las leyes de la nación, nada le impide seguir en la carrera por la nominación republicana, donde marcha como favorito, e incluso medirse contra el candidato demócrata en las urnas.
Aun cuando el fiscal especial Jack Smith, al frente de la acusación por la posesión de documentos clasificados, ha dicho que Trump tendrá un juicio “rápido”, algunos entendidos advierten que en realidad esto podría tardar meses.
Asimismo, se espera que los abogados del exmandatario presenten recursos que dilatarían el proceso, incluida una moción para desestimar el caso.
En tanto, otras investigaciones contra el exgobernante siguen su curso, entre ellas sus intentos por subvertir el resultado de las elecciones de 2020 que, en Georgia, lidera la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis.
En enero pasado, después de escuchar las pruebas durante siete meses, un gran jurado especial emitió un informe, la mayoría del cual permanece sellado, que recomienda posibles acusaciones.
Willis ahora debe pedirle a un gran jurado que apruebe los cargos criminales que podrían ir desde solicitud y conspiración para cometer fraude electoral, hasta interferencia intencional en el desempeño de las funciones electorales.
También los fiscales federales analizan los intentos de Trump de subvertir los resultados de los comicios de 2020, incluido su papel en la insurrección del Capitolio el 6 de enero de 2021.
Al igual que con la investigación de documentos clasificados, el fiscal especial Jack Smith se halla a cargo de esta.
Pendiente está asimismo el desenlace del proceso en marcha en Nueva York, cuya próxima audiencia se prevé se efectúe en marzo de 2024, en medio del cronograma de actividades de las primarias republicanas.
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