El nuevo titular es médico de profesión y desde 2008 integra y ha ejercido cargos de dirección en el partido centro-derechista Alianza para el Progreso (APP), del acaudalado y polémico empresario provinciano César Acuña.
La parlamentaria María Acuña, hermana de César, declaró que Vásquez aceptó a título personal integrar el Gobierno como técnico, lo que no involucra a APP, pues pidió licencia (suspensión temporal de su militancia) a la organización.
Manifestó sin embargo satisfacción por el ingreso al Ejecutivo de un técnico de APP e insistió en que APP no está en el Gobierno.
El nuevo titular de Salud fue elegido congresista como candidato de APP en 2016, pero cesó en septiembre de 2019 debido a que el entonces presidente, Martín Vizcarra, disolvió el Parlamento y convocó a nuevas elecciones legislativas.
En 2021, la Fiscalía de la Nación denunció a Vásquez por los presuntos delitos de tráfico de influencias y pertenencia a una organización criminal, como integrante de la red de corrupción encabezada por el entonces alcalde de la norteña ciudad de Chiclayo, David Cornejo.
El nuevo titular reemplaza a la también médico Rosa Gutiérrez, quien renunció el pasado jueves tras alegar a favor de su gestión, cuando estaba a punto de ser censurada, lo que equivale a una destitución.
La ministra saliente era cuestionada por el Colegio Médico por no aceptar que hay una epidemia de dengue, sobre todo en la norteña región de Piura, y sostener que solo se trata de brotes, pese a que la cifra oficial de casos supera los 140 mil y han muerto más de 230 contagiados por la enfermedad o con síntomas de la misma.
Declaraciones como la de anunciar en falso que el problema del dengue se solucionaría en 15 días, por lo que pidió disculpas ante el pleno parlamentario, generaron una corriente mayoritaria de opinión en su contra.
Su situación se agravó cuando dijo que el ministerio a su cargo solo imparte directivas y proporciona fondos para la lucha contra la enfermedad y la responsabilidad de la lucha contra el dengue corresponde a las direcciones regionales de Salud.
En el desenlace tuvo que ver el abierto reclamo de la dirigente neoliberal Keiko Fujimori, de que cese la ministra por su deficiente desempeño, lo que sus críticos consideran una maniobra en función de ambiciones electorales.
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