A través de un comunicado, la institución calificó tal hecho de violación flagrante de la libertad de religión y de insulto a los creyentes en el mundo, en especial a los musulmanes.
El texto consideró tal postura de ataque cultural racista y decadente destinado a eliminar la valores humanos civilizados; y en ese sentido, reclamó del mundo árabe e islámico levantar la voz y tomar las medidas necesarias.
Al mismo tiempo, llamó a intelectuales, formaciones sociales y culturales a denunciar esta posición pecaminosa amparada por la autoridad del gobierno sueco y presionarlo para que detenga su ofensa a las santidades islámicas.
En esta línea de rechazo, reclamó a las autoridades espirituales, incluido el Vaticano y la Iglesia Oriental, tomar posición respecto a la violación flagrante que no se limitará al islam y sus símbolos en una serie de ataques sistemáticos que afectan a todos.
De acuerdo con reportes de prensa, la policía sueca anunció su permiso para una manifestación cuyos organizadores planean quemar una copia del noble Corán frente a la Gran Mezquita de Estocolmo, en el contexto del Eid Al Adha, una de las festividades más importantes para los musulmanes.
La luz verde para esta protesta sucedió dos semanas después de que un tribunal de apelaciones sueco denegara los permisos para manifestaciones en Estocolmo durante las cuales se pretendía quemar un ejemplar del texto sagrado del islam.
A fines de enero, fuerzas políticas y religiosas repudiaron la profanación de una copia del Sagrado Corán por parte del dirigente del partido político danés de extrema derecha Hard Line, Rasmus Paludan.
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