La víspera la Policía deportó a la frontera con Libia a un número indeterminado de indocumentados parte de medidas adoptadas tras la muerte de un súbdito tunecino de 41 años en una reyerta con migrantes ilegales de nacionalidad camerunesa los cuales fueron arrestados y presentados a los tribunales.
Llamados a la venganza de asistentes al velorio de la víctima hacen temer por el agravamiento de tensiones surgidas semanas atrás cuando funcionarios oficiales acusaron a los indocumentados de aumentar la criminalidad y de querer cambiar el equilibrio étnico de este país árabe del norte de África.
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