Luego de varios años de conversaciones bilaterales, el pasado 13 de julio los dos Estados vecinos sellaron el protocolo de cooperación para la investigación y la producción de hidrocarburos en la Zona de Interés Común (ZIC).
El ministro angoleño de Recursos Minerales, Petróleo y Gas, Diamantino Azevedo, y su homólogo de la República Democrática del Congo, Didier Ntubanga, avalaron la importancia del instrumento jurídico, relativo a la demarcación marítima en la cuenca del Bajo Congo.
Al decir de Ntubanga, el pacto allana el camino para la negociación del contrato de producción compartida con el grupo de contratistas liderado por la petrolera estadounidense Chevron.
Previamente, en junio de este año, la Agencia Nacional de Petróleo y Gas y su contraparte congoleña rubricaron el Modelo de Contrato de Producción Compartida en la ZIC, la cual está ubicada entre el sur del bloque 14 y el norte de los bloques 1, 15 y 31, de las concesiones petroleras angoleñas.
Tras la firma ahora del protocolo, las entidades concesionarias de ambos Estados deberán entrar en negociaciones con el operador, indicaron los funcionarios, reunidos en la capital de la RDC.
También en la ciudad de Kinshasa se procedió esta semana a la rúbrica de un acuerdo entre la empresa angoleña Sonangol y las compañías Sonahydroc y Covil para el abastecimiento de derivados del petróleo al Congo democrático.
Sobre la situación interna, un hecho relevante fue la reunión este viernes en Luanda de la Comisión Económica del Consejo de Ministros ante la urgencia de adoptar medidas de corto y mediano plazos a fin de encarar la reducción de ingresos presupuestarios.
Las decisiones contemplan la reducción del gasto público y la mejora de los ingresos, con el propósito de garantizar la sostenibilidad de la deuda, revertir el déficit presupuestario e impulsar la diversificación económica, alegó la entidad mediante un comunicado.
El presidente João Lourenço dirigió el análisis del equipo económico del Ejecutivo, cuyas disposiciones pretenden, además, proteger y crear empleos, así como aumentar la competitividad de los productos «Made in Angola», abundó el documento.
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