En un acto oficial, Boluarte se dirigió a quienes llamó hermanos que salieron a marchar, que “Pongamos una agenda social y conversemos, y estoy segura que vamos a llegar a diálogo en paz y estaremos abrazados como patriotas que somos”.
Planteó su interés en lograr consensos que resuelvan los problemas del país, sin anteponer “intereses políticos que no tienen espacio de solución porque son políticos” y se resolverán en las siguientes elecciones.
Elogió además al Congreso, cuya renovación en nuevas elecciones pide también el movimiento de protesta, y señaló que el Legislativo es dialogante y apuesta por “leyes que nos unan y no nos desunan”.
Casi al mismo tiempo, la Coordinadora Nacional Unitaria de Lucha, en conferencia de prensa, saludó las movilizaciones de ayer y rechazó dialogar con la mandataria sobre mejoras sociales, como ella planteó ya, sin encontrar eco, tras las protestas de diciembre a mayo último, con un saldo de 49 muertos.
Las muertes hasta ahora impunes constituyen uno de los motivos de la exigencia de renuncia presidencial, según recordaron los dirigentes de la coordinadora.
Boluarte “Dice que llama al dialogo, pero no para renunciar, no para una asamblea constituyente; el pueblo lucha por eso, por la disolución del congreso, porque el Ejecutivo y el Congreso carecen de legitimidad”, dijo en la conferencia el secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGTP).
Los dirigentes de organizaciones sindicales, agrarias, políticas, regionales, vecinales, juveniles y femeninas, destacaron la unidad lograda en torno a los objetivos fundamentales.
Precisaron nuevas y prontas elecciones generales, justicia por las muertes de las anteriores protestas, una asamblea constituyente y el rechazo a las tropas norteamericanas ingresadas al país.
El representante de la Asamblea Nacional delos Pueblos (ANP), que reúne a partidos progresistas y organizaciones sociales, Jorge Pizarro, señaló que la unidad y la movilización son las fórmulas para obtener los objetivos buscados.
Preguntó también qué han hecho las Fuerzas Armadas con millonarios fondos estatales extra recibidos ante las protestas y sugirió que sirvieron en parte para pagar provocadores que intentaron en vano contrarrestar la marcha en Lima.
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