“Rechazamos y repudiamos la traición de algunos gobernadores regionales y alcaldes, quienes contra sus comunidades movilizadas en la Marcha Nacional” visitaron a Boluarte en víspera de la protesta del 19 de julio último, afirmó la organización en un balance sobre las manifestaciones.
El pronunciamiento añadió que esas autoridades se reunieron con la mandataria y el primer ministro Alberto Otárola, “vendiendo su dignidad a un régimen dictatorial que ha asesinado a los ciudadanos manifestantes”.
La reunión fue difundida por el Gobierno, en una campaña que pregonaba disposición gubernamental al diálogo y buscaba disuadir a la población de participar en las protestas.
Uno de los participantes en la reunión con Boluarte, el alcalde del municipio de Ácora, Hernán Crisisto, estuvo cerca de ser azotado por la población de indígenas aymaras, quienes lo increparon en una asamblea popular en la plaza principal del pueblo.
“Señor alcalde,¿por qué te has reunido con una asesina que ha matado a nuestros paisanos de Juliaca?”, le preguntó el dirigente vecinal Lucio Valdivia, a lo que el interpelado respondió que fue para conseguir obras para Ácora.
Los asistentes, entre gritos de “¡traidor!”, proponían azotar a Crisisto, obligarlo a tomarse una licencia de un año o desterrarlo, ante lo cual el alcalde pidió perdón de rodillas.
“Pido perdón a mi pueblo por haberme reunido (con la presidenta). Nunca más volveré a hacerlo, hermanos”, exclamó Crisisto y logró eludir el castigo.
npg/mrs