De acuerdo con la plataforma, el director de la Policía, Frantz Elbé “ordenó dispersar con violencia” a los refugiados, a pesar de que no representaban ninguna amenaza.
Los agentes utilizaron gases lacrimógenos contra niños, mujeres, embarazadas y ancianos, muchos de los cuales mostraron luego signos de dificultad respiratoria, criticó la organización.
A inicios de esta semana la banda Kraze Baryè liderada por Vitelhomme Innocent atacó a los residentes de los barrios capitalinos de Fort-Jacques en Pétion Ville, así como Truitier y Dumornay, en el municipio de Tabarre.
Cientos de personas huyeron de sus hogares para evitar ser víctimas de disparos, tortura o secuestros y decenas de ellos se refugiaron en los exteriores de la legación norteamericana.
“Algunos de ellos pidieron ayuda a las autoridades estatales para volver a sus hogares, otros aprovecharon la oportunidad para solicitar asilo, alegando que no podían vivir en paz en su propio país, y algunos otros expresaron su voluntad de acompañar a los agentes del PNH (Policía Nacional de Haití) a sus barrios, con el fin de ayudarles a luchar contra los bandidos armados y regresar a sus hogares”, aseguró la defensora de los derechos humanos.
La Rnddh denunció los supuestos lazos de Vitelhomme que en los últimos meses aterroriza a la población capitalina, con altos miembros de la Policía, incluido su director.
La organización recordó el derecho de toda persona a buscar refugio cuando la vida, seguridad u otra libertad fundamental se vea amenazada o violada.
También celebró la decisión de la alcaldía de Tabarre de realojar a los refugiados, aunque lamentó que la decisión se adoptó luego que las víctimas fueran “gaseadas”.
De igual manera, alentó a las diversas instituciones estatales incluidos los ministerios del Interior y Colectividades Territoriales; Asuntos Sociales y Trabajo, así como de la Condición Femenina a intervenir con urgencia con programas de protección rápida que permitan reunirse con las víctimas, realizar un balance de la situación y encontrar una alternativa aceptable.
El aumento de las zonas de control de las pandillas ha obligado a decenas de miles de haitianos a abandonar sus hogares en los últimos años, mientras se incrementan los casos de secuestros y asesinatos.
La Policía admitió en varias ocasiones no poder hacer frente a las bandas con los escasos recursos de los cuales disponen, mientras el Gobierno aboga por un despliegue de tropas extranjeras que ayuden a las fuerzas del orden a contener a los grupos armados.
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