“(…) Crear una base ancha de nuestra economía implica aprovechar la extraordinaria riqueza que nos da nuestra Madre Tierra a la que también debemos cuidar. Industrialización es liberación nacional”, aseguró el dignatario en un mensaje a sus compatriotas residentes en el exterior, a propósito de la efeméride patria.
La Administración de Arce impulsa un Plan Estratégico de industrialización con sustitución de importaciones de cara al Bicentenario de Bolivia en 2025.
Ese programa tiene como horizonte “impulsar nuevas industrias de productos estratégicos orientadas a la sustitución de importaciones que permitan reducir la dependencia de la producción externa”.
En tal sentido, avanza una inversión de tres 600 millones de dólares que buscan consolidar 130 plantas industriales en todo el territorio nacional.
A la par, están en marcha complejos como el Siderúrgico del Mutún, que comenzará durante el año en curso la industrialización del hierro en el departamento de santa Cruz.
No menos importantes son los convenios firmados con dos corporaciones chinas y una rusa bajo un modelo de negocio soberano para fomentar la producción de carbonato de litio mediante la tecnología de extracción directa del mineral, en lo cual las firmas extranjeras ya comprometieron dos mil 800 millones de dólares.
Al respecto, Arce confirmó que Bolivia es la primera reserva mundial de este metal con 23 millones de toneladas en los salares de Uyuni, Coipasa Y Pastos Grandes, en Potosí y Oruro, respectivamente.
En este contexto, el Modelo Económico Social Comunitario de Bolivia permitió que el país acumule hasta junio del año en curso una inflación de apenas 0,8 por ciento (solo aventajada a escala mundial por Bélgica, Italia y China), la más baja de América del Sur.
Arce sostuvo en su mensaje que en 2022 se logró récord anual de exportaciones con mercaderías valoradas en 13 mil 671 dólares en medio de un contexto internacional adverso,
Respecto al empleo, el mandatario informó que la tasa de desocupación urbana en abril último decreció hasta el “4,2 por ciento lo que también representa una disminución de 1,1 puntos porcentuales en comparación con igual período de 2022”.
Este decrecimiento fue posible gracias a la reactivación de la economía boliviana con medidas que reforzaron la demanda interna como el Bono Contra el Hambre, el crédito SiBolivia y el éxito en el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
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