“Bolivia hoy se ve nuevamente amenazada por la ambición extranjera sobre nuestras riquezas naturales. Divididos y confrontados entre bolivianos, podríamos volver a ser presa fácil de intereses ajenos a los de la Patria”, aseguró en su mensaje al país desde la Casa de la Libertad, en Sucre, capital del Estado.
Arce instó a ser conscientes de esta posibilidad, y subrayó que esa convicción debe llevar a los bolivianos a sumar esfuerzos para enfrentar futuras contingencias con un sentido de patria, en aras de priorizar el bien común y no intereses personales.
Bolivia posee 23 millones de toneladas de litio, las mayores reservas probadas a escala mundial, con alta demanda en medio de un cambio de matriz energética global.
Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) es la empresa estatal encargada de explotar e industrializar ese mineral y con ese propósito rubricó convenios con dos empresas chinas y una rusa, que en total comprometieron dos mil 800 millones de dólares en inversiones, bajo un modelo de negocios que las autoridades bolivianas califican de “soberano”.
Llamó la atención que tras esos acuerdos en enero y junio, empresas norteamericanas calificadoras de riesgo crediticio redujeron a negativa la calificación de Bolivia.
El viceministro de Presupuesto, Zenón Mamani, consideró que la firma Moody’s Investors Service asumió una actitud parcial sobre la economía boliviana, sin tener en cuenta sus buenos indicadores en cuanto a inflación, reducción del desempleo y crecimiento económico.
La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, proclamó públicamente en febrero y marzo la ambición de Washington por el litio boliviano.
Incluso, reiteró ante una comisión de la Cámara de Representantes su preocupación por la “actividad maligna de nuestros adversarios” (en alusión a China), nación a la que acusó de aprovecharse de los recursos naturales que hay en Bolivia, Chile y Argentina, “aparentando que está invirtiendo cuando, en realidad, está extrayendo”.
Durante su discurso, Arce advirtió que puede suceder, como ocurrió en el pasado, que se arremeta contra la posibilidad de todos los bolivianos de ser una sociedad con un nivel de vida digno y con posibilidad de “tener el desarrollo tecnológico que nunca antes tuvimos”.
“(…) Son las mismas amenazas de dentro y fuera de nuestra Patria, que lograron que de dos millones 373 mil 256 kilómetros cuadrados con los que nacimos a la vida republicana, hoy tengamos solo un millón 98 mil 581 kilómetros cuadrados de territorio”, concluyó.
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