La mandataria participará desde mañana en la cita de Belem do Pará, de los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), junto a las ministras de Relaciones Exteriores, Ana Cecilia Gervasi, y Ambiente, Albina Ruiz.
El viaje fue autorizado por el Congreso la semana pasada tras un largo debate en el que legisladores de diversas tendencias señalaron que es inconstitucional la ley previa que da facultad a Boluarte para ejercer la presidencia en forma remota.
Según los críticos, la Constitución establece que en ausencia de un jefe de Estado, el despacho presidencial queda en manos de uno de los dos vicepresidentes y no hay ninguno porque la única que había, Boluarte, asumió el cargo máximo por prisión y destitución del gobernante Pedro Castillo, en diciembre de 2021.
Legisladores de oposición reúnen firmas para denunciar la ley, llamada por una radioemisora “de gobierno por laptop”, ante el Tribunal Constitucional, porque modifica la carta política obviando el obligatorio procedimiento de reforma de la misma.
Los defensores de la ley sostienen que esta desarrolla la constitución al llenar un vacío e invocan el hecho de que los adelantos tecnológicos han generalizado el ejercicio de múltiples actividades y procedimientos a distancia.
Por otra parte, la vocera del opositor Partido Perú Libre (PPL), Margot Palacios, advirtió por escrito a la Fiscalía de la Nación sobre lo que considera riesgo de fuga de la mandataria.
Agregó que la gobernante puede presumiblemente aprovechar el viaje a Brasil para eludir una investigación en marcha de la Fiscalía por homicidio calificado y genocidio, referida a la muerte de 49 civiles durante protestas registradas de diciembre a marzo últimos.
Por su parte, el analista internacional Óscar Vidarte declaró que la reunión de Belem do Pará es importante por su objetivo de protección de la Amazonia en el contexto del cambio climático, pero el interés del Gobierno es también contrarrestar las críticas internacionales a la administración de Boluarte por las muertes.
“Me queda claro que para el Gobierno es fundamental que la presidenta tenga mayor presencia internacional a fin de limpiar la cara del Gobierno, que se ha visto bastante ensuciada por las muertes en las protestas y los cuestionamientos a nivel de organismos internacionales”, dijo.
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