El reporte de Barbados Today citó las declaraciones del subdirector de educación, Roderick Rudder, quien reconoció la importancia de que los alumnos utilicen la tecnología para acceder a la información para su propio desarrollo, pero señaló la pertinencia de moderar su empleo.
La necesidad de evaluar el uso que hacen los menores de los dispositivos inteligentes surgió después de que una investigación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) diera la alerta sobre el tema.
La agencia concluyó que había evidencia que revelaba cómo la utilización excesiva de teléfonos móviles estaba relacionada con un rendimiento educativo reducido.
Al señalar que varios países ya implementaron prohibiciones sobre el uso de estos artefactos en las aulas, el informe determinó que tales acciones también protegen a los niños del acoso en línea.
Rudder apuntó al respecto que aún cuando el país no realiza una evaluación propia del impacto local, la investigación internacional pide a las naciones reconsiderar la cantidad de tiempo que los jóvenes usan teléfonos celulares y también, si es necesario, prohibir completamente el acceso a estos en las entidades educacionales.
El ministerio, expresó, reconoce que las nuevas tecnologías se emplean más para la investigación, para recopilar datos y para ayudar a los estudiantes en la preparación de las evaluaciones y otras asignaciones.
Por lo tanto, añadió, es necesario examinar cuidadosamente hasta qué punto quisiéramos poner ciertos límites en el uso de la tecnología para que los jóvenes no estén en desventaja en términos de acceso a la información, y más bien considerar hasta dónde pueden moderar la utilización de la tecnología dentro del aula.
“Esto un desafío para nosotros en este momento, basado en la investigación que se ha realizado a nivel internacional”, remarcó.
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