Informes de la agencia Servicio de Ingresos Internos (IRS), encargada del cobro de tributos divulgados por la organización ProPublica las 25 personas más acaudaladas de ese país incrementaron su fortuna de 2014 a 2018 en 401 mil millones de dólares y solo pagaron al fisco 13 mil 600 millones.
Las revelaciones se producen en momentos en que en el seno del Grupo de los 20 (G20) se comienza a discutir la imposición de un gravamen mínimo a las grandes empresas, de al menos 15 por ciento.
Según ProPublica, la riqueza de las grandes empresas tecnológicas aumenta en medio de una creciente ola de deuda pública en distintas latitudes, debido a los gastos dedicados a enfrentar la Covid-19.
Los directivos de las compañías aludidas en el reporte están entre un puñado de multimillonarios que utilizan estrategias de evasión de impuestos inalcanzables para el resto de la ciudadanía.
En 2007 Jeff Bezos, ahora el hombre más rico del mundo, no pagó ni un centavo en impuestos sobre la renta, y ‘repitió la hazaña nuevamente en 2011’, según los documentos revelados por ProPublica, el proyecto estadounidense de periodismo de investigación sin fines de lucro más importantes del país.
En 2018, el fundador de Tesla, Elon Musk, la segunda persona más acaudalada del planeta, tampoco pagó tributos federales sobre la renta.
De acuerdo con la pesquisa, Michael Bloomberg, exalcalde de Nueva York y fundador del servicio de noticias que lleva su apellido, logró hacer lo mismo en los últimos años.
Algo similar hizo el inversionista multimillonario Carl Icahn -con fuertes inversiones en la industria automotriz y de energía, entre otras-, quien en dos años no ha tributado nada al fisco federal, un caso parecido al de George Soros, que no pagó impuestos federales sobre la renta durante tres años seguidos.
La pesquisa señala que los datos compilados brindan ‘una mirada sin precedentes a la vida financiera de los titanes estadounidenses, incluidos Warren Buffett, Bill Gates, Rupert Murdoch y Mark Zuckerberg y muestran no solo sus ingresos e impuestos, sino también sus inversiones, operaciones bursátiles y ganancias de juegos de azar’.
Al respecto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que ‘cualquier divulgación no autorizada de información confidencial del gobierno’ es ilegal, mientras el FBI y las autoridades fiscales están investigando.
La portavoz del Departamento del Tesoro, Lily Adams, dijo en una declaración enviada por correo electrónico a Reuters que el asunto se remitió al FBI, los fiscales federales y dos vigilantes internos del Departamento del Tesoro, ‘todos los cuales tienen autoridad independiente para investigar’.
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