El secretario de Defensa, Lloyd Austin, el presidente del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, comenzaron esta mañana a testificar ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara Alta, sobre este plan de gastos con fines bélicos que asciende a más de 715 mil millones de dólares.
Esta es la primera aparición del mando político-militar norteamericano en el Capitolio desde que el jefe de la Casa Blanca presentó la solicitud el mes pasado.
Según el portal digital Politico, Austin tiene un camino difícil por delante para convencer a los legisladores que den el visto bueno al proyecto de erogaciones para el Departamento de Defensa.
En este contexto, es probable que los republicanos, insatisfechos con el texto, lo rechacen porque la solicitud no se mantiene al día con el índice de inflación y no alcanza el alza del tres al cinco por ciento que buscaban.
También los del partido rojo están en desacuerdo con las propuestas de retirar docenas de aviones, desmantelar buques y recortar la construcción naval, medidas que afectan económicamente a algunos de los estados que los senadores de esa agrupación política representan en el Capitolio.
Se espera que los senadores de ambos partidos presionen a Austin sobre la rápida retirada de tropas de Afganistán y los planes que está formulando el Pentágono para continuar las operaciones antiterroristas y evitar una ofensiva total de los talibanes en ese país en ausencia de Estados Unidos.
Por otra parte, el Senador Ed Markey y el representante Jim McGovern reintrodujeron una legislación destinada a restaurar el liderazgo estadounidense en el control de armas, con vista a la próxima cumbre entre el presidente Joe Biden y su homólogo ruso, Vladimir Putin el 16 de junio.
Dentro del nuevo plan de asignaciones por más de seis billones de dólares para todas las agencias federales en el AF-2022, al Pentágono se le dedican 715 mil millones, un aumento de 11 mil millones respecto al AF-2021.
El diario Stars and Stripes, por su parte, destacó recientemente el hecho de que otros 38 mil millones de dólares adicionales son para programas relacionados con la defensa en el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Energía y otras entidades.
Esto hace que las erogaciones para asuntos de seguridad nacional se eleven a 753 mil millones, un aumento del 1,7 por ciento con respecto a la cifra de 2021, enmarcadas bajo la administración Trump y con un fuerte pronunciamiento contra los intereses estratégicos de China.
Además, la administración Biden invertirá 27 mil 700 millones en la modernización de la tríada nuclear estadounidense: los misiles lanzados desde tierra, submarinos armados con cohetes atómicos y bombarderos estratégicos que portan armamento de esa categoría.
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