En tal sentido reaccionaron el exembajador en Estados Unidos y diplomático de carrera, Harold Forsyth; el expresidente del organismo de prevención antidrogas Ricardo Soberón, y el exministro del Interior Rubén Vargas.
Comentaron así la afirmación de Otárola, de que la prohibiciòn norteamericana a la interdicción aérea antinarcóticos, originada en el abatimiento errado de un avión civil, en 2001, había sido revocada por un acuerdo logrado por el ministro de Defensa, Jorge Chávez, en una visita a Estados Unidos que culmina hoy.
Precisó que “se levantó este veto y se va a permitir que el Perú pueda hacer ejercicio y uso de la interdicción aérea no letal”, por lo cual actuará sin contemplaciones para interceptar las avionetas de traficantes.
Forsyth indicó que la interdicción letal, es decir, el derribo de esas aeronaves, continúa pese a los esfuerzos peruanos para que se levante, por lo cual lo dicho por el primer ministro “no se ajusta a la verdad”, pues el veto lo mantiene no solo el gobierno, sino también el congreso estadounidense.
“No es justo que se diga que se retoma la interdicción aérea cuando en realidad esto no es así y se transmite la idea de que esto va a permitir acciones concretas contra las avionetas que transporten droga, esto sencillamente no ha ocurrido”, agregó.
Para el diplomático, hablar de interdicción no letal no cambia nada y en igual sentido se manifestaron Ricardo Soberón y Rubén Vargas, que coincidieron en afirmar que el fin del veto es “un saludo a la bandera”, o sea que carece de efecto real.
“En términos técnicos, necesitamos dar una señal de que el espacio aéreo peruano no es de libre tránsito, ese es el punto central que ha evadido el señor Otárola”, anotó Soberón.
Señaló que “la interdicción no letal es un procedimiento administrativo de muy poco impacto” y consiste en capturar las narco-avionetas en las pistas clandestinas de aterrizaje, lo cual nunca se ha interrumpido.
Vargas, a su vez no fue claro en su declaración y que hace más de 20 años que las aeronaves con droga penetran cielo peruano impunemente, lo cual no va a cambiar y quiere decir que las negociaciones del ministro de Defensa han sido pésimas.
Añadió que lo concreto es que “cuando los pilotos de la Fuerza Aérea registren el ingreso de narcoavionetas, no las van a poder derribar” y preguntó cómo van a obligarlas a aterrizar si no pueden usar su poder de fuego. “¿Les van a suplicar para que se vayan del espacio aéreo peruano?”, ironizó.
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