El sondeo fue precedido en julio último por mediciones que verificaron que, además, el 80 por ciento de los ciudadanos quieren elecciones adelantadas presidencial y parlamentaria.
Una de las encuestas indicó también que la mayoría de la población se identifica con las demandas de nuevas protestas sociales opositoras.
Tales movilizaciones plantean la renuncia de Boluarte, una asamblea constituyente e investigación y sanción a responsables y autores materiales de 49 muertos registrados durante demostraciones de meses anteriores.
De otro lado, el desprestigiado Parlamento, al que los analistas consideran aliado al Ejecutivo, registró, según Ipsos, 83 por ciento de desaprobación, 10 por ciento de aval, en tanto siete puntos porcentuales corresponden a los indiferentes.
El primer ministro Alberto Otárola obtuvo en el mismo sondeo 66 por ciento de opinión negativa, con apenas 10 por ciento de evaluación positiva.
Sobre los resultados, los comentaristas Mario Ghibellini y César Campos estuvieron de acuerdo en señalar que la situación del Ejecutivo y el Legislativo se mantiene negativa y no se percibe que pueda suceder algún cambio de tendencia.
La encuestadora consultó también sobre el alcalde de Lima, de extrema derecha, Rafael López-Aliaga, quien mantiene una situación adversa, con 53 por ciento de desaprobación, frente a un 39 de apoyo.
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