El acuerdo, promovido por el jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) y ministro de Defensa, Abdelhamid Dbeiba, determinó que Hamza fuese entregado a una tercera facción, la Agencia de Apoyo a la Estabilidad.
Su arresto provocó intensos enfrentamientos que dejaron un saldo de más de 50 muertos y 146 heridos en esta capital, que causaron gran preocupación en la Unión Africana.
La organización panafricana resaltó la necesidad de continuar los esfuerzos para la reconciliación nacional alegando que no existe una solución militar a la crisis libia.
Los choques estallaron el lunes en la noche tras la decisión de miembros de la Fuerza Especial de Disuasión de arrestar al comandante de la Brigada 444, Mahmoud Hamza, en el aeropuerto de Maitika cuando se dirigía a la ciudad de Misurata para asistir a una ceremonia de graduación.
El martes tras varias horas de combate se alcanzó un alto el fuego que incluyó el regreso de todas las unidades militares a sus cuarteles y la entrega de Hamza a una parte neutral.
Desde hace más de un año Libia está dividida entre dos gobiernos paralelos, que controlan las regiones occidentales y orientales del país.
Esa nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento y posterior asesinato de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una agresion apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
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