Al presentar los resultados de la autopsia, la Oficina del Médico Forense jefe de dicho estado norteamericano describió la muerte como un homicidio, causado por una ‘herida de bala penetrante en la cabeza’.
Además, un informe de expertos en toxicología encontró un nivel bajo de metanfetamina en la sangre de Brown que probablemente no influyó en su deceso, ocurrido en la localidad de Elizabeth City.
Brown recibió un disparo el 21 de abril después de que agentes de la Oficina del Alguacil del condado de Pasquotank intentaran entregarle órdenes de registro y de arresto y le dispararon al hombre negro cuando este intentó abandonar la escena.
El fiscal de distrito Andrew Womble compartió imágenes de la cámara corporal de uno de los agentes presentes en el tiroteo el mes pasado, la primera vez que el público vio las grabaciones, que muestran a los agentes rodeando el vehículo de Brown con armas en la mano y exigiéndole que saliera.
Los oficiales continuaron disparando mientras el automóvil seguía en movimiento, y una de las balas alcanzó a Brown en la parte posterior de la cabeza y lo mató.
El informe señaló que los servicios médicos de emergencia enviados al lugar encontraron a Brown en la acera ‘sin pulso con reanimación cardiopulmonar en progreso’.
Los miembros de la tripulación de la ambulancia notaron heridas de bala en la cabeza, se consideró que no podía sobrevivir a las lesiones y fue declarado muerto en el lugar.
Al menos siete oficiales de las fuerzas del orden público fueron puestos en licencia administrativa después del tiroteo, pero ninguno de ellos será acusado.
Los abogados de la familia de Brownexpresaron en un comunicado que ‘a pesar de los mejores esfuerzos de la policía y del fiscal de distrito para ocultar los hechos en este caso y pintar a Andrew como un villano, estamos seguros que la verdad será revelada y la justicia prevalecerá’.
Khalil Ferebee, hijo de Andrew Brown, dijo a finales de abril que la muerte de su padre fue una ejecución, tras observar las imágenes de la cámara corporal del agente que le disparó, a pesar de que el afroamericano no representaba una amenaza para los oficiales.
La muerte de Brown se produjo un día después de que el expolicía blanco Derek Chauvin fuera condenado por asesinato en segundo grado, entre otros cargos, por la muerte de George Floyd en mayo de 2020.
El asesinato de Brown se sumó a la de la adolescente afronorteamericana Ma’Khia Bryant, de 16 años, a manos de la policía, en Columbus, Ohio, en abril lo que ocurrió además en medio de una creciente ola de violencia en las últimas semanas en la nación norteña.
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