Dicho reporte, presentado este viernes aquí, señala que las economías africanas pueden convertirse en participantes importantes en las cadenas mundiales de suministro, aprovechando sus vastos recursos de materiales necesarios para los sectores de alta tecnología y sus mercados de consumo en crecimiento. Las cadenas de suministro abarcan los sistemas y recursos necesarios para desarrollar, producir y transportar bienes y servicios desde los proveedores hasta los consumidores.
La secretaria general de la Untad, Rebeca Grynspan, dijo al respecto que este es el momento de África para reforzar su posición en las cadenas de suministro mundiales a medida que prosiguen los esfuerzos de diversificación.
Aclaró que también es una oportunidad para que el continente refuerce sus industrias emergentes, promueva el crecimiento económico y cree puestos de trabajo para millones de personas.
La abundancia en África de minerales y metales críticos, como el aluminio, el cobalto, el cobre, el litio y el manganeso, componentes vitales en industrias renovables y de uso intensivo de tecnología, posiciona al continente como un destino atractivo para la industria manufacturera.
Insistió en que las recientes convulsiones causadas por la agitación comercial, los acontecimientos geopolíticos y la incertidumbre económica obligan a los fabricantes a diversificar sus lugares de producción.
En ese sentido, dijo, África también ofrece ventajas como un acceso más corto y sencillo a los insumos primarios, una mano de obra más joven, adaptable y consciente de la tecnología, y una creciente clase media conocida por su creciente demanda de bienes y servicios más sofisticados.
Explicó que reforzar las cadenas de suministro africanas es clave para el crecimiento de la región. El informe destaca que la creación de un entorno propicio para las industrias intensivas en tecnología ayudaría a impulsar los salarios en el continente, actualmente fijados en un mínimo de 220 dólares al mes, frente a una media de 668 dólares en América.
Una mayor integración en las cadenas de suministro mundiales también diversificaría las economías africanas, aumentando su resistencia a futuras crisis.
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