“Nos bajaron pensando que no íbamos a pagar, hace un par de meses atrás, y el día de mañana lo vamos a cumplir”, afirmó la víspera en relación con las empresas estadounidenses que otorgaron al país altiplánico una calificación negativa.
Durante la entrevista concedida a la Radio Panamericana, Montenegro garantizó también la importación y provisión de combustibles al mercado interno y sostuvo que en estos momentos es mayor la liquidez del sistema financiero nacional.
“El Gobierno sigue importando diésel, gasolina y energéticos, la gente lo está teniendo a disposición en los lugares de expendio”, ratificó.
Al explicar el contexto económico por el cual atraviesa Bolivia y las medidas aplicadas por el Gobierno nacional para consolidar la industrialización con sustitución de importaciones, Montenegro sostuvo que se trabaja en soluciones estructurales.
Subrayó que con ese objetivo se perfila el emplazamiento de 130 plantas industriales en correspondencia con los recursos de cada territorio del país.
Comentó que a ello se suma la puesta en marcha de la Planta de Carbonato de Litio en Llipi, Potosí, que está en la “etapa de pruebas”, para próximamente iniciar la productiva.
Recordó que esta obra requirió una inversión de 130 millones de dólares y tendrá una capacidad anual de 15 mil toneladas.
Este compuesto químico es la materia prima fundamental para la fabricación de cátodos y baterías, con una alta demanda en el mercado internacional en medio de una creciente producción de vehículos eléctricos en un contexto de transformación energética global.
Añadió el titular que el Estado Plurinacional exportará durante el año en curso unas dos mil toneladas de carbonato de litio, lo cual representará un ingreso de entre 80 y 90 millones de dólares.
También se contempla para 2023 la puesta en operaciones de la primera Planta de Biodiésel de Santa Cruz, que permitirá un ahorro de 100 millones en la subvención a los hidrocarburos.
“La planta de El Alto (nos va a permitir ahorrar) otros 100 millones de dólares, la del año 2025, la de HBO (sigla en inglés de aceites vegetales hidrogenados), nos va a ahorrar entre un 60 y 65 por ciento de la subvención del diésel”, reafirmó.
“Esa es la forma adecuada -consideró el también economista-, tal vez la más difícil, pero la forma correcta de ir corrigiendo el problema estructural de solo haber dependido del gas y no haber hecho la inversión en su momento en exploración”.
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