Lindner describió como su mayor desafío el enfrentamiento a ese problema, al que calificó como Asocial. Tal criterio lo expresó en entrevista concedida a la emisora pública de Baviera.
Dijo que la devaluación del dinero socava los cimientos económicos y es también asocial.
Insistió en que combatir la inflación es la primera prioridad, y más allá de eso, por supuesto, le preocupa conjuntamente la competitividad a largo plazo de las economías europeas y alemana.
En lo tocante a la disputa sobre la prestación familiar básica, Lindner aseguró que no se trata solo de dinero, sino de mejorar las perspectivas de vida de niños y jóvenes.
Explicó que en cualquier caso, carece de convencimiento sobre simplemente que dar más dinero a los padres mejore de manera necesaria, las oportunidades de los niños y jóvenes.
El funcionario también comentó la elevada carga fiscal y contributiva de Alemania, cuando afirmó la necesidad de tomar medidas para reducir la carga que soportan las empresas.
Además, criticó la burocracia que limita la actividad empresarial y abogó por acelerar los procedimientos de planificación y aprobación.
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