“Recolons no solamente fue un provincial de los jesuitas en Bolivia, sino que escaló en la jerarquía (…) y llegó al Vaticano (…). Era responsable de todo lo que sucedía en América Latina, es decir, tenía conocimiento de lo que pasaba (en Bolivia) y en otros (lugares)”, aseguró una fuente bien informada.
Tal afirmación fue expresada ante la comisión senatorial en una teleconferencia por el periodista del diario español El País Julio Núñez, quien el 30 de abril último dio a conocer en esa publicación las confesiones del pederasta, escritas en un diario por el propio Pica.
Núñez tuvo la víspera una reunión virtual con los senadores Luis Adolfo Flores, Simona Quispe, William Torrez, Nely Gallo y Julio Diego Romaña, integrantes de la Comisión Especial de Investigación de casos de pederastia cometidos por sacerdotes.
Según el periodista hispano, Recolons tejió una gran amistad con el abusador contra niños y adolescentes, y encubrió sus al menos 85 delitos de este tipo (la mayoría perpetrados en Bolivia).
El escándalo internacional detonó cuando en su edición dominical El País dio a conocer el reportaje Diario de un cura pederasta: ‘Hice daño a demasiados’.
La investigación fue elaborada sobre la base de las memorias del jesuita español fallecido en 2009 y de testimonios de víctimas, la mayoría exalumnos del colegio Juan XXIII de Cochabamba.
Como parte de la pesquisa periodística, Núñez contactó con Recolons, quien justificó el encubrimiento de los delitos sexuales de su amigo con “el secreto de confesión”.
Pedrajas escribió en el diario que Recolons fue un “amigo” al que “le contó todo”.
A partir de esta información, Núñez asevera que Recolons conocía los delitos de Pedrajas y no hizo nada y añadió que, en sus últimos años de vida, Pica visitó a Recolons en Roma.
El 25 de mayo último, Recolons y el jesuita Ramón Alaix declararon en la Fiscalía de Cochabamba, en el contexto de las investigaciones sobre estos delitos.
Sin embargo, el ya anciano jerarca jesuita no brindó hasta el momento una versión pública respecto a lo revelado en su diario por Pedrajas.
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