Señaló el reporte que el producto interno bruto (PIB) se estancó en cero por ciento, comparado con los tres meses anteriores.
Dijeron que no se materializó por tanto la reactivación que se esperaba con la llegada del buen tiempo en Europa.
De octubre a marzo pasados, el semestre invernal, Alemania encadenó dos trimestres consecutivos de contracción y entró así en recesión técnica.
La presidenta de la Oficina Federal, Ruth Brand, argumentó que tras los ligeros descensos de los dos trimestres anteriores, la economía germana se estabilizó en primavera.
Explicó que la inflación, aún elevada, pesa sobre los consumidores y frena el consumo. En el segundo trimestre, el gasto de los consumidores privados se estancó.
Según los economistas, la economía de esta nación, orientada a la exportación, también se resiente a causa de la debilidad de la demanda exterior.
Además, la subida de los tipos de interés fue otro factor negativo, debido a que deprime la demanda de servicios de construcción, y bienes de equipo y frena la concesión de préstamos.
Según el Bundesbank (banco central alemán), la demanda de préstamos para la vivienda fue significativamente menor en el segundo trimestre.
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