El país altiplánico liquidó el capital más los intereses este 22 de agosto, pese al contexto internacional adverso por el conflicto Rusia-Ucrania, el incremento de las tasas de interés a manera de freno a la inflación en el Occidente Colectivo; el alza de precios de alimentos y energéticos a escala global y las amenazas de recesión en Estados Unidos.
Sin embargo, según el Ministerio de Economía y Finanzas boliviano, la mencionada calificadora de riesgo en su comunicado de enfoque pesimista no considera las otras variables macroeconómicas que contribuyen a la estabilidad nacional.
Resaltan entre ellas la baja inflación (1,16 por ciento hasta julio del año en curso) y un crecimiento económico en el primer trimestre de 2023 (2,3 unidades sobre 100, por encima del crecimiento promedio previsto para América Latina de 1,6 puntos porcentuales).
Agrega la cartera boliviana que la firma estadounidense no tomó en cuenta los avances en la implementación de los proyectos iniciados en etapas anteriores y que comenzarán a generar ingresos y divisas para el país.
Por el contrario, se limita a señalar la imposibilidad de implementar ajustes a la actual política de industrialización con sustitución de importaciones del Gobierno nacional, cuyas acciones, incluso, aportarán beneficios antes de que concluya este año.
De la parte de Economía y Finanzas llama la atención que la calificadora de riesgo vaticine bajos resultados de proyectos de gran envergadura como los relativos al litio.
Bolivia posee la mayor reserva de este metal en el mundo con 23 millones de toneladas y ya tiene suscritos dos convenios con empresas chinas y uno con una corporación rusa que en conjunto comprometieron dos mil 800 millones de dólares en inversiones industrializadoras de este recurso estratégico.
El ministerio boliviano lamenta que Fitch Ratings minimice el cumplimiento de obligaciones estatales y el soporte recibido sobre la base de créditos internacionales de procedencia bilateral y multilateral, gestionados y aprobados en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
De esta forma, añade, se da una percepción incompleta de la economía del Estado Plurinacional.
Subraya el ministerio boliviano el contexto excepcional de crisis global imperante, en que las economías del Sur Global ven empeorar las posibles condiciones de su financiamiento en mercados externos e incluso sufren las limitaciones de su acceso a los mercados de capital.
Insta a que se aborde con responsabilidad y equilibrio la evaluación de la calificación crediticia al igual que la emisión de comentarios por parte de esas entidades especializadas.
La cartera a cargo del sistema económico y financiero de Bolivia considera prioritario preservar el relacionamiento activo con estructuras internacionales que son fuentes accesibles de financiamiento para inversiones públicas generadoras de un efecto multiplicador en la economía nacional.
Asimismo, menciona como deseable que Fitch Ratings contemple los importantes avances en materia de industrialización que realiza el Estado boliviano desde hace varios años con el objetivo de sustituir importaciones, proceso que permitirá un sustancial ahorro de divisas.
Simultáneamente, añade, esta estrategia impulsa la generación de nuevos ingresos por la vía de las exportaciones.
Autoridades bolivianas advirtieron que, “casualmente”, las calificadoras de riesgo de Estados Unidos emitieron evaluaciones negativas respecto a Bolivia después de la firma de dos importantes acuerdos sobre la industrialización del litio, primero con una empresa china y más recientemente con una del país asiático y otra de Rusia.
Por su parte, el ministro de Economía Marcelo Montenegro consideró muy posible una relación entre las declaraciones injerencistas respecto al litio boliviano de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, y la visión satanizadora de las calificadoras de ese país.
ro/jpm