Dbeidé, quien preside uno de los dos gobiernos que se disputan el poder en este país del norte de África, reafirmó al embajador Mohammed Rahal el continuado apoyo a la causa palestina, reportó un comunicado oficial. Libia está dividida entre un gabinete con reconocimiento mundial, radicado en esta capital; y otro, asentado en la ciudad oriental de Tobruk, controlado por el mariscal Khalifa Haftar.
Asimismo informó a su interlocutor que la ministra fue suspendida de sus funciones “y está sujeta a investigación”.
La titular sostuvo el fin de semana pasado una entrevista en Roma con su homólogo israelí, Elie Cohen, según todos los indicios sin conocimiento del jefe de su Gobierno.
Poco después de conocerse la noticia de la reunión a través de la prensa de Tel Aviv, masas de libios se lanzaron a las calles de esta capital, corearon consignas contra Israel, cuya bandera quemaron, y prendieron fuego a la residencia oficial del primer ministro.
La excanciller abandonó Libia la víspera en medio de encontradas versiones sobre la autorización para concertar la reunión devenida manzana de la discordia.
De una parte es obvio que la visita del primer ministro a la sede palestina es una forma de desentenderse de la reunión, aunque fuentes de su gobierno aseguran, en condición de anonimato, que estaba al tanto del encuentro y que lo pactó durante una reciente visita a la capital italiana.
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