Tal declive lo argumentan como consecuencia de los altos tipos de interés, los precios de la energía y la debilidad de las exportaciones.
El nuevo informe del IW señala que el enfoque típico de la economía germana en los mercados globales y la alta tasa de exportación siente el peso de la tensión de los sucesos geopolíticos y tensiones de los mercados.
Observa el IW que la mayor economía de Europa sufre también debido a que, en la comparación internacional, Alemania tiene una elevada cuota de industria y numerosas empresas de este sector necesitan mucha energía para la producción, por lo que siente más los riesgos en la cadena de suministro y las crisis de costos que otros países.
Al mismo tiempo, el instituto indica que, en el plano interno, la inflación y la debilidad del consumo privado ralentizan la economía germana.
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