El mandatario degustó un menú local de sashimi (marisco o pescado crudo) junto a los ministros de Economía, Comercio e Industria; Finanzas y de Estado para Política Infantil.
El gobierno divulgó un video en el cual Kishida incitó a todos los ciudadanos de la nación asiática a consumir los alimentos pesqueros de temporada que ofrece la mencionada prefectura nipona.
“Por favor, apoye por todos los medios el sabroso y seguro marisco japonés, incluido el de Sanriku y Joban (zonas costeras)”, expresó.
El pedido de respaldo a los productos de Fukushima responde a los temores de los pescadores locales sobre el impacto en sus medios de subsistencia del vertimiento de agua radiactiva tratada.
Desde el accidente atómico de 2011 en Japón, cada día fluyen unas 100 toneladas de agua subterránea y pluvial hacia los reactores derretidos. Este volumen contaminado ha sido tratado y almacenado dentro de la central.
El pasado 24 de agosto, la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) comenzó a descargar el líquido libre de radionúclidos excepto tritio y diluido con agua de mar a un 40 por ciento, un proceso que podría demorar tres décadas en completarse.
Pese al aval del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la estrategia de Japón encontró el rechazo de vecinos regionales preocupados por los riesgos de contaminación.
En tal sentido, China (mayor mercado receptor) suspendió la importación de productos acuáticos japoneses e intensificará el control de la radiación en sus zonas marítimas.
A propósito, el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, declaró en conferencia de prensa que la decisión de Beijín carecía de base científica, por lo cual elevaron la queja a la Organización Mundial del Comercio.
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