Por Deisy Francis Mexidor
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Estados Unidos
Cuatro acusaciones en lo que va de 2023 -dos de ellas con presentación en cortes con menos de un mes de diferencia- más de 90 imputaciones entre estatales y federales, y cuatro juicios con fecha, si no son un récord constituyen un buen average, si habláramos en términos beisboleros.
Trump, ocupante del sillón presidencial de 2017 a 2021, el Presidente 45 de Estados Unidos, es el único político de su investidura en este país que tiene una ficha con foto policial (por cierto bastante maquillada) y número incluido: Recluso P01135809.
«Un hombre blanco de 6,3 pies de estatura y 215 libras de peso», es la descripción que circuló en medios de prensa el pasado 24 de agosto, cuando se entregó en la cárcel del condado de Fulton, en Georgia, un día antes del ultimátum que dio la fiscal del caso, la demócrata Fani Willis.
Junto a Trump otros 18 coacusados -en su momento aliados- todos fueron requeridos en una investigación de Willis por conspirar como una organización criminal para anular los resultados electorales de ese estado, donde perdió frente a Joe Biden en noviembre de 2020.
El exgobernante tendrá que responder por 13 delitos graves en un juicio programado para el 23 de octubre, pero lo más asombroso es que, pese a esa cuarta acusación que lo señala como alma de una supuesta conspiración para robarle los votos electorales de Georgia a su legítimo ganador, en enero de 2025 podría estar jurando otra vez el cargo.
¿UN REGALO PARA DEMÓCRATAS?
El aspirante presidencial y exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, advirtió que los republicanos harían un “enorme regalo” a los demócratas si nominan al expresidente como candidato el próximo año.
Aunque Trump mantiene una holgada delantera frente a sus oponentes, en opinión de Christie, “las encuestas pueden cambiar una vez que llegue el otoño”.
Dijo que cualquier sondeo hasta este momento ha sido “hipotético” y sugirió que las impugnaciones legales de Trump podrían variar el criterio de los electores una vez que comiencen a ver al candidato gran parte del tiempo en un tribunal en lugar de en su campaña electoral.
A propósito, informes publicados por medios estadounidenses afirman que solo en 2023, los gastos en honorarios legales para la defensa del expresidente superan los 40 millones de dólares. El comité de acción política utilizado para financiarlos solicitó el reembolso de cerca 20 millones.
Por eso el equipo que lo representa decidió crear un fondo para taponar el boquete de las enormes facturas que llegan a medida que se multiplican sus problemas judiciales.
En declaraciones a MSNBC, Christie expresó que el debate del pasado 23 de agosto, al que se negó ir Trump, fue el “pistoletazo de salida en esta carrera, y la gente empezará a centrarse” en él y cuando lo hagan, “los republicanos se darán cuenta de que nominarlo será un enorme regalo para los demócratas».
De octubre de este año al primer semestre de 2024, en plena campaña por la Casa Blanca, Trump tendrá que responder a varios procesos penales.
El 2 de octubre comenzará el juicio civil por presunto fraude en Nueva York y el 23 del propio mes sería el de Georgia por subversión electoral, en el que una de las acusaciones se asocia a la denominada Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act), utilizada para combatir a los mafiosos.
La fiscal demócrata describió que fue una campaña de presión de Trump contra funcionarios electorales, un complot para incluir listas de electores falsos y todo un plan para anular los resultados en el estado.
Para el 15 de enero será el segundo juicio por difamación contra la periodista Jean Carroll, pues en uno anterior lo encontraron responsable de haberla calumniado y agredido sexualmente, y tendrá que pagarle cinco millones de dólares.
Mientras el 4 de marzo de 2024 sería el juicio federal por su intento de anular las elecciones de 2020, fijado justo un día antes del llamado “Supermartes” o “Súper Martes”, cuando más de una docena de estados de la Unión votarán en las primarias republicanas para elegir al candidato del partido de cara a los comicios de noviembre.
La decisión de la jueza de distrito Tanya Chutkan se produjo después de que el equipo del fiscal especial Jack Smith solicitó el 2 de enero como fecha del juicio y los abogados del exmandatario solicitaran dilatarlo hasta abril de 2026.
“Si bien el señor Trump tiene derecho a prepararse, el público tiene derecho a una solución rápida y eficiente de este asunto”, expresó.
La magistrada notó que el exgobernante enfrentaría un juicio más de tres años después de aquel 6 de enero de 2021 cuando una turba de sus partidarios saqueó el Capitolio federal luego de asistir a su mitin.
Chutkan también señaló que la fecha del juicio “no puede ni debe” depender de las obligaciones profesionales del acusado, aparentemente en referencia a esta tercera carrera presidencial de Trump.
Por otra parte, el 25 de marzo está programado el juicio en un tribunal de Nueva York por la manera en que realizó los pagos a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels en 2016 para ocultar un supuesto amorío.
Mientras que casi dos meses después, el 20 de mayo, se prevé el juicio por el mal manejo de documentos clasificados en relación con los archivos que se llevó al término de su presidencia y que se negó a devolver frente a los esfuerzos de la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA).
Una citación de mayo de 2022 requería que Trump entregara todos los documentos en su poder que estaban marcados como clasificados, pero no lo hizo.
En cambio, en junio de 2022, su equipo devolvió 38 materiales y un abogado certificó que se incluyeron “todos y cada uno de los documentos de respuesta”, cuando no era cierto.
La mayoría de los expedientes fueron recuperados en agosto de 2022 durante un allanamiento por agentes del Buró Federal de Investigaciones a su residencia en Mar-a-Lago, Florida.
EL CHICO MALO
Nunca antes un expresidente se había enfrentado un conjunto de investigaciones federales, estatales y del Congreso tan amplio como Trump.
Quizá son las consecuencias de una carrera empresarial y, al final, política que ha vivido al límite o tal vez por encima de cualquier límite, señaló en su momento el periódico The New York Times.
Las opiniones son diversas y el panorama legal es cada vez más complicado, pero Trump sigue siendo el candidato favorito a la nominación republicana para 2024 y no se puede negar que con posibilidades de convertirse en el presidente 47.
Sin dudas, Estados Unidos se enfrenta ahora a la perspectiva de un otro mandato de revancha en la Casa Blanca, en opinión de analistas.
El fichaje policial, que supo preparar como un gran espectáculo, le permitió posicionarse aún más en los medios (de los que nunca se fue desde que abandonó la mansión ejecutiva) y no solo eso sino también ganar dinero para su campaña.
Mientras los ocho aspirantes a la nominación del partido debatían en Milwaukee, él estaba ausente argumentando que sus credenciales eran demasiado conocidas para entrar en discusiones en cámara.
En lugar de asistir al encuentro anunció la publicación de una entrevista con un expresentador de Fox News el mismo día y hora del debate y poco después dio a conocer que se entregaría voluntariamente en la prisión de Fulton.
Su mediática entrada y estancia en la prisión de Atlanta duró apenas 22 minutos, porque los abogados ya habían negociado su fianza por 200 mil dólares.
En su plataforma Truth Social publicó la imagen con las palabras «Interferencia electoral» y «¡Nunca te rindas!»; seguido de un enlace al sitio digital de su campaña con la exhortación a donaciones.
“Hoy, en la cárcel notoriamente violenta del condado de Fulton, Georgia, fui ARRESTADO a pesar de no haber cometido NINGÚN CRIMEN”, expresó.
Trump responde así con el mismo tipo de retórica extrema que inyectó furia en su base política y estalló en violencia que llevó al asalto a la sede del Congreso.
Increíblemente recogió más de 7,1 millones de dólares y proliferaron a la velocidad de la luz camisetas y camisas de manga larga por 34 dólares; tazas de café por 25; “Koozies” para cervezas a 15 y hasta stickers de 12 dólares.
Para el académico August Nimintz no sería un dislate decir que Trump podría convertirse en el próximo candidato del Partido Republicano y, por tanto, el presidente electo de Estados Unidos en 2024, pese a todo.
“Cuando me encontré por primera vez con el movimiento Impeach Bush en 2007, tuve que pensar como un marxista, pero sin parecer sectario y la respuesta que se me ocurrió fue: si no impugnamos el sistema que nos dio a un George W. Bush, tendremos a alguien en la Casa Blanca que nos hará añorarlo”, acotó.
No tenía una bola de cristal que previera a Donald Trump, enfatizó el profesor de la Universidad de Minnesota en entrevista concedida el pasado mes de junio a Prensa Latina.
La actual crisis del capitalismo para la clase obrera estadounidense –puntualizó- significa el fin del boom posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y, por tanto, el fin del llamado “sueño americano” para la mayoría de la clase obrera y la confianza en el gobierno comenzó a caer.
Este hecho indiscutible explica en gran medida el atractivo de Trump, pues la desconfianza en Washington es lo que explotó demagógicamente para su triunfo en 2016 y esas condiciones, sostengo, siguen presentes todavía más, aseveró el autor, entre otros, del libro Marxismo versus Liberalismo: Análisis político comparativo en tiempo real.
Trump explotó la demagogia entonces y no será diferente ahora, insistió Nitmz.
Pero lo que nunca hay que olvidar de 2016, y lo que es probable que ocurra en 2024, es la tasa de abstención, es decir, los electores elegibles que deciden no ir a las urnas por estar inconformes con las opciones de la boleta, anticipó.
“Alrededor de 41 por ciento del electorado elegible no votó en 2016. Alrededor de 33 por ciento se abstuvo en 2020”, puntualizó el académico.
Teniendo en cuenta que a mucha gente no le gusta la perspectiva de una elección Joe Biden o Donald Trump, debemos suponer -advirtió- que la tasa de abstención será igual de alta, quizás más, en 2024, y esa probabilidad podría alentar la victoria del republicano.
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