Datos del servicio Electoral (Servel) indican que en el balotaje realizado para elegir a los gobernadores de 13 de las 16 regiones del país participó solo el 19,61 por ciento del padrón electoral.
Con ese resultado se convirtieron en los comicios con más baja participación desde que se implementó el voto voluntario en 2012.
Así, solo acudieron a las urnas dos millones 556 mil 898 votantes de los más de 13 millones de personas habilitadas para sufragar.
Incluso hubo regiones donde la asistencia fue inferior al promedio nacional, como Antofagasta, Atacama y Tarapacá en el norte del país, y Los Lagos y Biobío en el sur, en las cuales la asistencia fluctuó entre 12 y poco más del 13 por ciento.
La Región Metropolitana, donde se encuentra esta capital, tuvo la asistencia más elevada, pero con un reducido 25,67 por ciento, lo cual indica que de cada cuatro electores solo uno ejerció el voto.
En general la participación fue mucho más reducida que en los comicios de mayo pasado para gobernadores, alcaldes, concejales y miembros de la Convención Constituyente, cuando la asistencia alcanzó poco más del 43 por ciento.
Precisamente, en el Congreso Nacional se encuentra en proceso una reforma constitucional que busca reinstaurar en el país el voto obligatorio, presentada en 2020 por el diputado Esteban Velázquez, de la opositora Federación Regionalista Verde Social.
Según su promotor el país, ‘está en condiciones distintas de participación ciudadana y este instrumento debe operar nuevamente’.
Recordó que el plebiscito de salida para la aprobación de la nueva Constitución cuando esté lista, tendrá carácter obligatorio, y serían bueno extender a esa práctica a otras votaciones.
Sin embargo, aunque la iniciativa ha ido ganando espacio en sectores políticos, legisladores de derecha se mantienen reacios a avanzar en esa dirección.
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