Perelló recalca que se trata del aparato de pasajeros más veloz, apodado el Hijo de la Concordia o Son of Concorde, proyecto de la empresa francesa Aerion Supersonic.
Aún está en desarrollo, tiene un diseño similar al del Concorde, pero incorpora nuevas tecnologías que lo hacen más eficiente y seguro.
El Hijo de la Concordia tiene una velocidad máxima de dos mil 92,147 kilómetros por hora, lo que le permitiría volar de Nueva York a Londres en poco más de tres horas. Dicho avión tendrá capacidad para 100 pasajeros y será propulsado por motores turborreactores.
Comenta que el desarrollo de tal aparato es lento y costoso. La empresa Aerion Supersonic tuvo que vencer varios obstáculos, como la certificación de la aeronave por las autoridades aeronáuticas o el impacto medioambiental por las velocidades supersónicas.
Sin embargo, la empresa confía en que el avión esté listo para entrar en servicio en 2027. Si se cumple el calendario, será el primer avión de pasajeros supersónico que vuela comercialmente desde el accidente del Concorde en 2000.
La aeronave tiene una longitud de 60 metros, envergadura de 25, altura de 11, un peso máximo al despegue de 150 toneladas, alcance de cuatro mil kilómetros y capacidad de 100 pasajeros.
Actualmente los dos aviones más rápidos del mundo son el Lockheed SR-71 Blackbird, de reconocimiento estratégico de largo alcance que fue desarrollado por Lockheed Corporation para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
El Blackbird es el avión tripulado más rápido del mundo, con una velocidad máxima de tres mil 540 kilómetros por hora a una altitud de 24 mil metros.
Le sigue el MiG-25 Foxbat, un caza interceptor de largo alcance que fue desarrollado por Mikoyan-Gurevich para la Unión Soviética.
El Foxbat es el segundo avión tripulado más rápido del mundo, con una velocidad máxima de tres mil 450 kilómetros por hora a una altitud de 20 mil metros, recuerda el catedrático a manera comparativa.
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