Esa medida se inserta dentro de un proyecto de ley contra la pornografía cuestionado por varios sectores por considerar que equipara la homosexualidad con la pedofilia.
Los partidos de izquierda, la formación Párbeszéd (Diálogo), la Coalición Democrática y los ecologistas, decidieron no participar en la votación, mientras que la fuerza política de derecha Jobbik respaldó la normativa.
Analistas consideran la aprobación de la medida como un triunfo del primer ministro Viktor Orban, de cara a las elecciones de 2022, mientras la oposición buscará una candidatura única hacia esos comicios para sacar del poder al ultranacionalista.
Miles de personas protestaron la víspera en la plaza Kossuth, donde se encuentra el legislativo, contra la aprobación de la ley antes cuestionada por varias Organizaciones de Derechos Humanos (ONGs).
La legislación no tiene precedentes en la Unión Europea (UE) y pone en peligro la salud mental de los jóvenes que pertenecen a la comunidad Lgbti (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero), afirmaron las ONGs.
Desde que llegó al poder en 2010, el Gobierno de Orbán adoptó una serie de leyes que limitan los derechos de esas personas.
La UE critica al ejecutivo nacional por normativas que, según directivos del mecanismo regional, laceran la libertad de expresión y son contrarias a los derechos humanos.
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