Mediante una declaración, la Resistencia islámica libanesa condenó enérgicamente estas “invenciones baratas” y la connivencia de partes internas con ellos, al promover estas mentiras y convertirlas en informes judiciales contra Hizbulah.
En este sentido, apuntó que la calumnia constituía un grave insulto al Estado libanés y a todos sus servicios de seguridad, presentes dentro del aeropuerto.
Al respecto, precisó que estas acusaciones pretenden responsabilizar a la Resistencia de cualquier acción que pueda afectar posteriormente la instalación aeroportuaria, así como distorsionar la imagen de los servicios de seguridad y tensar el ambiente en medio del intenso tráfico de recepción y salida.
El comunicado, puntualizó que esta “exageración artificial” respecto al aeropuerto es consistente con los reiterados comentarios israelíes sobre su uso con “fines militares” y constituye una tapadera para cualquier agresión enemiga que pueda tener como objetivo el Rafik Hariri.
Hizbulah subrayó que la asociación existente entre estas instituciones de medios con objetivos conocidos, cuyos informes se presentan sin ninguna evidencia, y algunos partidos locales vinculados a embajadas y servicios de seguridad extranjeros están expuestos al pueblo libanés. Al mismo tiempo, la Resistencia confirmó que todos los métodos de engaño utilizados, ya sea bajo el pretexto de una investigación televisiva o un proceso judicial, resultan en pérdidas para estas instituciones y sus operadores.
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