Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el acuerdo establece normas de control para la conservación y el empleo sostenible de la biodiversidad marina en áreas más allá de la jurisdicción nacional, es decir, en aguas internacionales que no están bajo la soberanía de ningún país en particular.
Según la Cancillería, estas zonas incluyen el océano abierto y las regiones marítimas ubicadas fuera de las fronteras nacionales, pero que resultan de interés global por su importancia para la biodiversidad y la salud oceánica.
Las fuentes diplomáticas informaron que este contexto legal promueve, además, la transferencia de tecnología y la cooperación científica orientada a abordar los desafíos ambientales y la preservación de la biodiversidad marina a escala planetaria.
El entendimiento fue adoptado por consenso después de un largo proceso que data de 2017, a partir de los debates en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar, y que derivó en la adopción de un acuerdo concerniente a los intereses de todos los Estados, sin discriminación.
Bolivia fue uno de los países activos en el proceso negociador con la visión de que los mares y océanos son patrimonio común de la humanidad.
Igualmente, el Estado Plurinacional defendió la inclusión de los pueblos indígenas y comunidades locales a partir de sus conocimientos ancestrales sobre el tema, así como la mención especial de los países en desarrollo carentes de litoral.
En declaraciones al canal estatal Bolivia Tv, el vicecanciller Freddy Mamani resaltó que los objetivos alcanzados por la diplomacia boliviana en el contexto del 78 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU confirman su creciente prestigio en el mundo.
Mamani resaltó entre esos elementos la solicitud del canciller de Alemania, Olaf Scholz, para reunirse con Arce al margen de la Asamblea General y la invitación al dignatario a foros en universidades para debates sobre temas económicos por su prestigio internacional en esta especialidad.
Destacó Mamani que en este período de sesiones de la Asamblea Bolivia asumió su vicepresidencia, e incluso el representante permanente del Estado Plurinacional ante la ONU, Diego Pary, dirigió el debate general.
Agregó que desde esa posición tratará de implementar las siete proposiciones formuladas por Arce en su discurso ante el plenario.
“Es un desafío grande, pero al mismo tiempo una oportunidad de trabajar en función de estos objetivos”, concluyó el viceministro”
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