“El Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de #Bolivia lamenta el atentado en contra de la sede de la Embajada de la República de Cuba, ocurrido la noche de este domingo 24 de septiembre en Washington, Estados Unidos”, afirma el documento.
Un individuo lanzó dos cócteles molotov contra el inmueble que por fortuna no causaron daños personales, según informó la víspera en su cuenta de X (antes Twitter) el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Antecedente de este ataque terrorista fueron los disparos realizados contra esa sede diplomática con un fusil de calibre de guerra el 30 de abril de 2020 por otro individuo.
En 2021, la embajada cubana en París fue blanco también de otra agresión con bombas incendiarias que provocaron daños materiales.
Estadísticas oficiales confirman que desde 1959 a 2018 objetivos diplomáticos cubanos fueron objetos de 581 ataques terroristas que cercenaron 365 vidas y provocaron 731 heridos.
Los documentos históricos no incluyen las agresiones ejecutadas a partir de 2019.
A la luz de la Carta de Viena sobre inmunidad diplomática, acciones de este tipo colocan en situación embarazosa al Gobierno de Estados Unidos ante la impunidad con la cual actúan estos terroristas financiados por la extrema derecha de Miami.
La nueva agresión con propósitos incendiarios ocurrió poco después de la participación del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en la Asamblea General de Naciones Unidas y su encuentro en las calles de ese país con activistas solidarios que exigieron el fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra la isla.
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