La publicación especializada en análisis político asegura en su más reciente edición que es “muy importante hacer referencia a que tuvo un puesto en el Centro de Operaciones del Departamento de Estado (DOS por sus siglas en inglés), que se caracteriza por ser un espacio de diseño de estrategias de desestabilización”.
Agrega el artículo rubricado por Jacinto Roca que el DOS es un grupo de trabajo dedicado a las tareas de Inteligencia y de operaciones especiales del Departamento de Estado.
Precisa que desde esa estructura subversiva continuó operando Philip Goldberg tras ser expulsado de Bolivia en 2008 por promover y respaldar las acciones violentas de la oposición antidemocrática.
Esa labor injerencista tenía como base informes de inteligencia política proporcionados por la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés), igualmente expulsada ese mismo año, agrega el reporte.
Casada con un boliviano nacido en Tarija y con dos hijos, La Época comenta que tras asumir funciones el 14 de septiembre último, Hevia se mostró cordial y amistosa en un video.
Advierte la publicación, sin embargo, que detrás de esta imagen “existe una funcionaria del Departamento de Estado con un perfil de especialidades, temáticas y tareas puntuales escritas en un libreto invisible”.
En relación con el currículo de Hevia, La Época señala que tiene el grado de ministra consejera y cumplió misiones en Bolivia, Nicaragua, Panamá y Ecuador, además de trabajar en la Oficina de Asuntos Centroamericanos, tras laborar como consejera política en Bucarest, Países Bajos y Eslovaquia.
Subraya que sus áreas fuertes de conocimiento son el narcotráfico, los Derechos Humanos y las libertades individuales.
Apenas 24 horas después de que Hevia asumiera su misión en Bolivia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un documento en el que incluye al país altiplánico en la lista de “los principales países de tránsito de drogas o los principales países productores de drogas ilícitas para el año fiscal 2024”.
Al respecto, el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, criticó que ese texto fue “elaborado de manera unilateral” y que “carece de sustento técnico, con una intencionalidad claramente (geo) política”.
La lista presentada por Biden incluye a naciones que asumen posiciones soberanas respecto a las aspiraciones hegemonistas de Washington en la geopolítica global como China, India (miembros de los Brics junto a Brasil, Rusia y Sudáfrica), Colombia, Honduras, Laos, México y Nicaragua.
Fuentes de la Cancillería boliviana confirmaron que el 12 de julio último el presidente, Luis Arce, expresó oficialmente en mensaje a los líderes de los Brics la voluntad del Estado Plurinacional de formar parte de este bloque.
Invitado por esta agrupación de países emergentes a su XV Cumbre con sede en Johanesburgo, el mandatario señaló que la expansión de ese grupo permitirá a las naciones acceder a mercados internacionales sin la necesidad de comprometer su dignidad, sin condicionamientos políticos, sanciones o intimidaciones militaristas, en molesta alusión para Washington.
Con estos antecedentes, el politólogo boliviano y experto en temas internacionales Hugo Siles opinó que lo que busca Estados Unidos con la nueva designación de Hevia es “mover un poco las fichas” de sus representantes del Departamento de Estado, de sus relaciones diplomáticas ante el auge de los gobiernos progresistas de izquierda de Latinoamérica.
La Época, sin embargo, insistió en que “el perfil de Hevia, precedida por funcionarios con vínculos con operaciones de Inteligencia y campañas subliminales, será un factor del que el Gobierno deberá tener mucha atención (…)”.
Su actividad en otros países latinoamericanos y caribeños potencialmente podría significar la articulación de tareas de desestabilización que, hasta ahora, no han tenido un director de orquesta, concluyó la publicación.
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