La muestra concluye este viernes su tránsito por el centro cultural Persona Casa Galería y contiene instalaciones, foto performance, videoarte y otras técnicas contemporáneas que sumergen al espectador en un mapa imaginario personal.
Al decir de su autora, el proyecto responde a un deseo de reinvención de la realidad que comprende, además, intervenciones, acciones, testimonios de la memoria colectiva o personal asociado al pensamiento mágico.
La exhibición nació como resultado del trabajo de la artista en Santiago de Chile para reflejar ‘la espiritualidad y los consecuentes actos de sanación frente a este nefasto panorama, donde lo político transversaliza, incluso, la vida misma’, dijo.
De acuerdo con los curadores, cada pieza es una invitación para pensar sobre ‘la colonización enraizada en nuestra idiosincrasia, las marcadas diferencias sociales como indicio de las convulsiones sociales recientes’.
La expo, afirmaron, se apropia del sincretismo visual y se auxilia del cuerpo para manifestarse en contra de los intentos de forzar la nacionalización de lo indígena, el sometimiento de los grupos sociales y sus reivindicaciones.
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