El primer ministro, Alberto Otárola, y el titular de Justicia, Eduardo Arana, anunciaron un decreto que definirá como delito flagrante el reingreso ilegal de extranjeros expulsados, con lo cual podrán ser condenados con celeridad.
Otárola indicó que también se decretará duras sanciones para quienes introduzcan extranjeros clandestinamente en territorio peruano, pues incurren así en el delito de tráfico de personas.
Anotó que las medidas no afectan a los numerosos ciudadanos foráneos, venezolanos en su mayoría, que han ingresado en forma legal y trabajan honradamente, sino solo a los delincuentes.
El ministro de Justicia, a su vez, dijo que los decretos que disponen esas medidas fueron aprobados hoy en una sesión del Consejo de Ministros, en virtud de facultades otorgadas por el Parlamento al Gobierno para que legisla en materia de seguridad ciudadana, ante el desborde de la criminalidad.
La medida contra los reingresos clandestinos, dijo Arana, responde a un clamor popular y al hecho de que la Policía ha identificadio a aquellos que insisten en delinquir en el país.
Con anterioridad, el ministro declaró que el Gobierno espera la expiración, en las próximas semanas, del plazo otorgado para que los extranjeros regularicen su radicatoria bajo advertencia de que serán expulsados quienes no lo hagan.
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