La víspera, el primer ministro interino Claude Joseph, sugirió ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que las fuerzas hostiles promueven la inestabilidad política y los disturbios sociales que sacuden al país en los últimos años.
‘Desde hace más de dos años, Haití atraviesa una situación sociopolítica extremadamente difícil, caracterizada por intentos recurrentes de desestabilización y alteraciones del orden público orquestadas por cierta franja de la oposición que jura el desorden y la inestabilidad’, dijo el también canciller durante su intervención ante la ONU.
Sin embargo, André Michel, portavoz del Sector Democrático y Popular, calificó de falsas e irresponsables las declaraciones y reiteró la supuesta alianza entre el Gobierno y las bandas armadas.
‘Todo el mundo sabe que los grupos armados que matan, violan, rompen y saquean trabajan para el Gobierno de turno’, refutó a la plataforma digital Gazette Haiti.
Subrayó que las organizaciones de derechos humanos establecieron que las pandillas fueron federadas por las autoridades ‘para tomar el control de los barrios populares con el fin de romper la capacidad de la oposición y la sociedad civil’.
De acuerdo con el también abogado, corresponde a las autoridades poner en orden el país.
Haití vive inmersa en una grave crisis sociopolítica y de inseguridad en los últimos dos años, pero particularmente este mes la violencia de bandas alcanzó niveles alarmantes.
Desde el 1 de junio, los enfrentamientos entre pandillas por el control de las entradas norte y sur de la capital, desplazaron a más de 10 mil personas, que por casi tres semanas sobreviven en plazas, o espacios públicos.
Esta semana bandas presuntamente de la federación G-9 y aliados, atacaron y saquearon empresas comerciales situadas sobre la ruta del aeropuerto e incendiaron a un campamento de desplazados tras el terremoto de 2010, que albergaba a personas con discapacidad.
La víspera, los choques entre grupos armados y la Policía dejaron al menos un agente fallecido, mientras las tensiones en los accesos de la ciudad mantienen sin combustibles a las estaciones de servicio de Puerto Príncipe.
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