El martes 3 de octubre el Tribunal Supremo Electoral dio la largada para que los partidos políticos iniciaran el proselitismo en busca del voto para sus candidatos en unos comicios presidenciales en los que encuestas y analistas ponen la etiqueta de favorito al actual presidente, Nayib Bukele, del Partido Nuevas Ideas.
El periodo promocional termina el 31 de enero del próximo año y se decretará el silencio en la propaganda hasta transcurrida la votación el 4 de febrero en el caso de las presidenciales y el Legislativo.
Una fuerza importante por su peso espiritual en el país, la iglesia, pidió a las autoridades que prevalezca la transparencia. El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, precisó que espera una elección limpia y de altura, que los partidos políticos sean propositivos, y que dejen de lado los actos de violencia.
Mientras, durante una comparecencia en el programa de entrevista Frente a Frente de la Corporación Salvadoreña de Televisión, Gustavo Villatoro, ministro de Justicia y Seguridad, reiteró las políticas gubernamentales en la lucha contra las pandillas.
Las medidas que se adoptan, dijo, no van en contra del derecho penal y que la población disfrute de libertad de expresión. Los que nos critican ahora, puntualizó, son los que vivían del estado de zozobra creado por los seis gobiernos anteriores.
Villatoro desmintió y negó la existencia de torturas en las cárceles, elementos que presuntamente son documentados por organizaciones defensoras de los presuntos pandilleros y colaboradores.
En la semana también destacaron acusaciones contra militares y policías por su participación en violaciones de menores y otros actos delictivos, los cuales deberán enfrentar la justicia, al igual que funcionarios corruptos apresados y a disposición de la fiscalía.
Por otra parte, El país se enfrentó a intensas lluvias y afectaciones climáticas que alzaron la alarma ante desplomes de viviendas, inundaciones y deslizamientos en diversos departamentos.
También fue noticia un informe del Banco Central de la Reserva que mostró una caída del sector agrícola del 1,5 por ciento en el segundo trimestre de 2023, para acentuar las precariedades que enfrenta la población con altos precios en alimentos básicos y combustibles.
La información coincide con estimados de organizaciones que manifiestan que habrá escasez de alimentos en los hogares salvadoreños hasta enero de 2024, en especial a causa de los problemas del clima.
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