El Salvador carece de soberanía alimentaria y su producción agrícola es inferior a las necesidades para alimentar a las familias, dijo en el programa de entrevista Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña de Televisión, Luis Triminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de pequeños y medianos productores Agropecuarios (Campo).
En los últimos días y en consonancia con el desabastecimiento a causa de las protestas en Guatemala que impedían el acceso de productos, fueron más evidentes los problemas que enfrenta la nación para satisfacer las necesidades alimentarias.
Cifras citadas por el diario Colatino indican que durante el mes de julio, 213 personas fallecieron, en especial por desnutrición.
La víspera la diputada del Frente Farabundo Martí, Dina Argueta, abordó un tema que ya es espinoso, el incremento de tarifas de energía eléctrica anunciadas para el último trimestre del año.
La parlamentaria describió el complicado panorama que enfrentan los salvadoreños más vulnerables. Remarcó que además del encarecimiento de la energía, la población también se enfrenta a un alza en los recibos del agua potable, lo que sumado al aumento de la canasta básica, depara unas fiestas navideñas nada agradables para amplios sectores de la población.
La legisladora de izquierda dijo que en 2022, su fracción presentó una propuesta que permitiría a las autoridades dar un subsidio a las familias que tenían un nivel límite de consumo, pero reprochó que tal iniciativa fuera ignorada por los directivos de la Asamblea Legislativa, dominada ampliamente por el oficialismo.
En estos altibajos que siempre afectan a los sectores más desfavorecidos destaca que el país tuvo la inflación más baja de la región en la última década, entre 2013 y 2022 mantuvo un alza de precios promedio de 1.4 por ciento, según datos de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca).
Sin embargo, esto no se reflejó en la cartera de la población que se vio menguada por persistentes alzas de productos básicos y de los combustibles, estos últimos con cerca de un dólar por galón desde enero de este año.
Hasta septiembre pasado, El Salvador mantuvo una inflación de 3.02 por ciento, y aunque se encuentra en descenso, esto no significa que el precio de sectores como el de los alimentos esté bajando, al contrario, estos siguen reportando un alza en sus costos, explicó el economista Rafael Lemus.
Estas altas y bajas mantienen a los salvadoreños en la zozobra, pues hay un conocimiento de que el país carece de reservas alimentarias en granos básicos como frijol y maíz para enfrentar la demanda de la población, según advirtió Campo.
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