Un estudio demostró una notable presencia de metales en aerosoles en ese nivel, y tal situación trae consigo implicaciones potenciales para el clima, la capa de ozono y la habitabilidad de la Tierra, aseguran los expertos en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Esa masa de metal detectada, y creada por la mano del hombre para utilizarlas en las aleaciones de las naves espaciales está cambiando la química atmosférica, puntualizaron los especialistas.
“Descubrieron que la masa de litio, aluminio, cobre y plomo procedente del reingreso de las naves espaciales excedía con creces la de los metales encontrados en el polvo cósmico natural”, alerta la fuente.
Los expertos señalaron que casi el 10 por ciento de las partículas grandes de ácido sulfúrico contenían aluminio y otros metales de esos ingenios.
Estimaron que hasta 50 mil satélites podrían alcanzar la órbita para 2030, y eso significa que en las próximas décadas, hasta la mitad de las partículas de ácido sulfúrico estratosférico contendrían metales provenientes de la reentrada de esos aparatos.
“Todos esos satélites tienen que ser enviados en cohetes, y la mayor parte de ese material, eventualmente, regresa”, recordaron los especialistas.
Los cohetes dejan tras de sí un rastro de metales que pueden cambiar la atmósfera, y los científicos aún no comprenden este fenómeno del todo, por lo que sugieren seguir de cerca este tema.
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