Al publicar la misiva en la red X (antes Twitter), Castillo afirma que en el texto, de puño y letra, denuncia “los abusos y crímenes que esta dictadura, encabezada por la usurpadora Dina Boluarte, ha cometido contra mi pueblo”.
En el texto, expone su visión de la crisis política y afirma que quien fue su vicepresidenta y asumió la jefatura del Estado tras la prisión y destitución de Castillo, comanda una dictadura con la complicidad del Parlamento y señala que este es manejado por la bancada de seguidores del expresidente Alberto Fujimori.
Señala también que ese Congreso tiene una reprobación de 90 por ciento de la ciudadanía, y es racista y corrupto y favorece negocios ilícitos como la minería ilegal y recuerda que el gobierno fujimorista, cuyos émulos son fuerza decisiva en el Congreso, es acusado de esterilizar con engaños o por la fierza a cientos de miles de mujeres.
La carta añade que el Legislativo tiene 90 por ciento de desaprobación y lo califica como racista, corrupto y favorecedor de negocios ilícitos como la minería ilegal, y denuncia violaciones de derechos humanos en Perú.
Sobre los cerca de 70 muertes durante protestas contra el ascenso de Boluarte a la Presidencia, Castillo lamenta que “sus vidas parecen valer menos que las de otras personas” y por otra parte se refiere a su situación en la cárcel de exaltos funcionarios que lo aloja.
Afirma que en la prisión le impiden comunicarse con su pequeña hija asilada con su madre y hermano en México y recibir a sus abogados internacionales Raul Zaffaroni y Guido Croxatto.
La versión de Internet del diario La República señala que el papa nombró a Zaffaroni integrante de la dirección del instituto para la investigación y promoción de los derechos sociales Fray Bartolomé de las Casas, por lo que cree que sería “contacto de Castillo en El Vaticano”.
El diario cree posible que la carta fuera recibida por el pontífice dos días antes de recibir a Boluarte y esa sea la razón de su expresión de malestar en la única foto difundida de ambos y sus delegaciones.
La misiva también habría causado, dice, que Francisco solo tuviera un breve encuentro con ella y no una conversación, aunque cita una versión de la Cancillería local según la cual sí hubo una reunión entre ambos.
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