Según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, al cumplirse un trienio de la victoria electoral de Arce con más del 55 por ciento de los votos y del restablecimiento de la democracia tras el golpe de Estado de noviembre de 2019, son más de 140 plantas industriales las que se construyen en todo el país.
“Somos el Gobierno de la industrialización, trabajamos sin descanso para sentar las bases de una economía diversificada y sustituir las importaciones”, expresó el dignatario en mayo del año en curso.
Explicó entonces que el objetivo de todos estos proyectos en marcha es el de fomentar industrias que aporten valor agregado a las materias primas del territorio nacional, además de generar empleo digno a las familias bolivianas, así como mejores ingresos.
Los frutos iniciales ya se ven en sectores como el de los fertilizantes, los alimentos y los envases de vidrio, los cuales dejaron de adquirir en el exterior considerables cantidades de productos, según el Instituto Nacional de Estadística.
Por su parte, el Programa de Desarrollo Económico y Social (PDES 2021-2025) informó que el Gobierno Nacional cumplió la meta de reactivar la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) de Cochabamba, paralizada y con su equipamiento dañado durante el régimen de facto de Jeanine Añez (2019-2020).
Al respecto, el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, aseguró que en “2022 fue el primer año en que se tuvo el 99 por ciento del consumo de urea boliviana, o sea, se sustituyó casi en su totalidad la importación de urea, (…) entonces, el mercado interno está garantizado”.
El viernes último, Arce inauguró también en Cochabamba la Planta de NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) con una inversión de 63,7 millones de bolivianos, cuya capacidad de producción anual es de 60 mil toneladas de ese producto y de urea granulada de producción lenta.
Tal resultado permite cubrir la demanda interna y ofrece la posibilidad de vender en el exterior estos elementos de alta demanda.
En relación con los alimentos, el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco, informó que Bolivia dejó de adquirir en el extranjero el año pasado cerca de 200 mil toneladas de alimentos y bebidas, equivalentes a una reducción aproximada en 26 puntos porcentuales de las importaciones.
Otro éxito tangible dio a conocer el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, atribuido a la empresa estatal Envases de Vidrio de Bolivia (Envibol), instalada en el municipio de Zudáñez, departamento de Chuquisaca.
Esta industria sustituyó hasta mayo del año en curso importaciones valoradas en alrededor de 19,4 millones de dólares, según Huanca.
La autoridad precisó que Envibol fue edificada con una inversión de 396 millones de bolivianos (56 millones de dólares) y será ampliada para incrementar su producción de envases, cuya demanda es alta por más de 20 empresas nacionales.
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