«Como hoy hace tres años, el 18 de octubre de 2020, el pueblo boliviano se convirtió en un gran ejemplo para el mundo. Con más del 55 por ciento de los votos recuperó la democracia y abrió un nuevo camino de estabilidad y esperanza», escribió en un post en su cuenta de Facebook.
Un golpe de gracia al gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020) resultó el respaldo de tres millones 394 mil 52 votantes al binomio Arce-David Choquehuanca, candidatos del Movimiento al Socialismo Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos.
Esa cifra significó un millón y medio más de boletas que su contrincante más cercano, el partidario del neoliberalismo Carlos Mesa, aspirante por Comunidad Ciudadana.
Durante su primera intervención pública tras la elección, al filo de la medianoche del 19 de octubre de 2020, el flamante mandatario electo enfatizó en que junto con la democracia los bolivianos habían rescatado la esperanza.
La pandemia de Covid-19 fue el primer reto a vencer en un contexto de empobrecimiento del país, porque el legado del régimen de facto fue un decrecimiento del producto interno bruto (PIB) de -8,7 por ciento en 2020.
Sin embargo, la economía boliviana se recuperó con un crecimiento del 6,1 por ciento en 2021 y un auge de 3,5 puntos porcentuales en 2022, mientras que en el primer semestre del año en curso este indicador fue de 2,3 unidades sobre 100 pese al contexto adverso que representa la guerra entre Rusia y Ucrania y el incremento de las tasas de interés por parte de los países industrializados.
En medio de este panorama y de adversidades provocadas por la crisis climática global, el Gobierno del presidente Arce mantiene pilares como una fuerte inversión pública que fortalece y convierte en un eficaz motor a la demanda interna.
A la par, preserva la redistribución de los ingresos y prioriza su política de industrialización con sustitución de importaciones.
Sobre esa base el modelo aplicado mantiene el crecimiento del PIB, estabilidad en los precios, la tasa más baja de desocupación desde 2016 (3,76 por ciento) y la mejor de Sudamérica en el momento actual.
En el tercer aniversario del triunfo electoral del presidente Arce, Bolivia mira al futuro con optimismo y prevé ahorrar mil 300 millones de dólares mediante la industrialización con sustitución de importaciones, proceso que incluye la construcción de 140 factorías en todo el país.
De esta forma, se aporta valor agregado a las materias primas del territorio nacional, se genera empleos dignos a las familias bolivianas, mejores ingresos y calidad de vida.
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