El titular de la organización señaló en conferencia de prensa que dondequiera que han sonado los cañones de la guerra, la UIP intenta encontrar puntos para la negociación.
Al respecto, mencionó la situación en Ucrania, para la cual se creó una fuerza de tarea de alto nivel parlamentario, que se reunió con representantes de los dos países en pugna para incentivar las conversaciones.
No hemos logrado el resultado esperado, apuntó, y argumentó que continuarán buscando soluciones desde el diálogo.
Añadió que en el caso del Oriente Medio, la comisión que atiende el área inmediatamente se movilizó para pedir la liberación incondicional de los rehenes israelíes y la creación de corredores humanitarios para la población palestina.
Consideró que esa situación no tendrá una solución definitiva hasta que sea implementada la resolución de las Naciones Unidas de la creación de dos Estados: Israel y Palestina.
Pacheco mencionó también la labor en los países del continente africano donde ha habido golpes de Estado recientes, y comentó que la UIP trabaja con los parlamentos creados allí para tratar de promover una rápida vuelta a la democracia.
El secretario general de la UIP, Martin Chungong, mencionó igualmente las conversaciones con líderes parlamentarios de Armenia y Azerbaiyán, un tema que también será analizado en los días de la Asamblea General de la UIP, que sesiona en Luanda hasta el 27 de octubre.
Pacheco destacó la amplia participación en el evento, con más de mil 300 delegados de 130 países, entre los cuales más de 50 son titulares de parlamentos.
Destacó el papel de Angola como sede, por su trabajo intenso, que dio como resultado una acogida impecable, y agregó que todos los que vinieron a Luanda se convertirán en embajadoras del país.
Resaltó que el tema principal de la Asamblea sea la paz, en momentos en que el mundo está envuelto en numerosos conflictos y en los cuales la acción parlamentaria puede ayudar al diálogo y la resolución de las diferencias.
Consideró que Angola es un ejemplo de cómo superarlas y aprender a vivir en paz, algo con lo que coincidió Chungong, quien, además, exaltó la labor angoleña en el empoderamiento femenino.
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