Durante el experimento, los ratones de laboratorio utilizados que tenían el implante informatizado y se les indujo un dolor corto o duradero, aguantaron en la fuente del malestar durante más tiempo que aquellos que carecían del dispositivo, describe la publicación.
‘Nuestros resultados demuestran que este mecanismo ofrece una estrategia eficaz para el tratamiento de la dolencia, incluso en los casos en los que los síntomas son tradicionalmente difíciles de localizar o controlar’, afirma Jing Wang, el autor principal del estudio.
De acuerdo con el artículo, la tecnología del objeto logra identificar mediante un ordenador hasta un 80 por ciento la sensación de dolor -que surge en el córtex cingulado anterior, una región cerebral clave en el origen del malestar – y acto seguido activa la acción terapéutica.
Según explica Wang este dispositivo solo opera cuando surge el dolor, por lo que el riesgo a una adicción o a desarrollar tolerancia por un uso indiscriminado queda fuera de las posibilidades.
Los especialistas implicados en la investigación alertan que el desarrollo de esta tecnología para humanos podría mejorar las sensaciones de dolor durante ataques de pánico, ansiedad o depresión.
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